UN MOVIMIENTO FIRME CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
A pesar de los avances para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres a través de un marco normativo y un presupuesto sólido, no se ha logrado erradicar la violencia ni la discriminación.
El pasado 6 de agosto, se cumplió una década de la entrada en vigor de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, con lo que podemos afirmar inició en nuestro país la implementación de una política de Estado a favor de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, que con el paso del tiempo y a pesar de las resistencias, desafíos y obstáculos que ha enfrentado, se ha ido fortaleciendo y consolidando para garantizar a las niñas y mujeres una vida sin discriminación ni violencia.
Uno de los aportes más significativos de este proceso ha sido, sin lugar a dudas, la posibilidad de implementar en nuestro país derechos reconocidos en instrumentos internacionales, como la CEDAW[1], que hasta entonces era prácticamente desconocida y escasamente invocada y aplicada a casos concretos.
La política de igualdad se ha sostenido en tres grandes pilares: i) el normativo, ii) el institucional, y iii) el presupuestal.
Respecto de la legislación en materia de igualdad, actualmente las 32 entidades federativas tienen una ley en la materia, 28 han instalado su Sistema para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, no obstante, solo ocho han publicado su Reglamento.
En cuestiones de institucionalidad, nuestro país cuenta con una amplísima gama de instancias creadas ex profeso para atender a las mujeres.
Contamos con un Instituto Nacional y cada entidad federativa tiene un órgano similar, de los cuales, cinco[2] son secretarías de Estado y en 1,906 de los 2,445 municipios del país, hay una instancia de la mujer.
Además, se creó en la Secretaría de Gobernación la CONAVIM[3], y en la Procuraduría General de la República la FEVIMTRA[4] y 26 dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, cuentan con una unidad de género.
En cuestiones presupuestales ha sido uno de los rubros con mayor fortalecimiento. Al pasar de un presupuesto “ciego” al género, a uno etiquetado desde 2008 que ha presentado con el paso de los años, significativos incrementos y el establecimiento de la cláusula de irreductibilidad, es decir, ni un peso menos para las políticas de igualdad en relación con el presupuesto anterior. En 2008 fue de 7,024 mdp y en 2016 cerca de 26,000 mdp.
En este proceso de fortalecimiento y consolidación de la política de igualdad han sido claves tres acontecimientos. El primero, la reforma constitucional de derechos humanos de junio de 2011, el segundo, que por primera vez se haya establecido en la Plan Nacional de Desarrollo la perspectiva de género como eje transversal de las políticas de Estado, con lo que las mujeres han dejado de ser un “tema” para convertirse en una prioridad y finalmente, el reconocimiento de la paridad electoral como derecho constitucional.
No obstante estos esfuerzos, no hemos logrado erradicar el flagelo de la discriminación y violencia, es más, en algunas ocasiones la percepción es que se ha incrementado. Lo cierto es que ahora es más visible y podemos aproximarnos a saber de que dimensión es el desafío. El hecho es que resulta alarmante que cada 24 horas en nuestro país se consuma el homicidio de seis mujeres con presunción de feminicidio.
Ese solo hecho nos debe invitar a redoblar los esfuerzos y actuar con determinación y firmeza contra los que violentan a las mujeres.
La política de igualdad en México ha sido un proceso civilizatorio, que nos ha permitido identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, pero sobre todo para emprender acciones para actuar sobre los factores de género que nos permitan crear las condiciones de cambio para concretar la igualdad de género.
Sigamos trabajando para hacer de la igualdad entre mujeres y hombres una realidad.
No hemos logrado erradicar el flagelo de la discriminación y violencia, es más, en algunas ocasiones la percepción es que se ha incrementado
[1] Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. [2] Coahuila, Chiapas, Guerrero, Michoacán y Zacatecas. [3] Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. [4] Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas.