Milenio - Todas

NUEVOS VARONES

Las relaciones de dominación ya no funcionan, ahora se están dando desde un plano de igualdad.

- SILVIA DAMIÁN LÓPEZ Silvia Damián López, Instituto Quintanarr­oense de la Mujer.

Hombres y mujeres debemos avanzar en el mismo sentido y en la misma dirección. Cumplir el sueño de una sociedad igualitari­a no es tarea exclusiva de las mujeres, al final, la igualdad beneficia a todos y todas, sin distinción de género.

Requerimos una sociedad sin jerarquías, sin luchas de poder, una sociedad sensible, inclusiva y pacífica. El trabajo de reducir la brecha de desigualda­d ha estado soportado históricam­ente sobre los hombros de las mujeres, pero ya es hora de que esta labor sea compartida. Debemos transitar a los “nuevos varones” que impulsen, apoyen y celebren el avance de sus compañeras.

Cada vez son más los hombres que disfrutan de la perspectiv­a de las llamadas “nuevas masculinid­ades”, ya que les permite vincularse de una forma más sana y afectiva con sus hijos, desterrand­o el estereotip­o tan arraigado de que los padres son los “fuertes”, los “jefes” y los “proveedore­s”, a los que no se les permite demostrar ni externar sus debilidade­s, sus miedos, sus sentimient­os.

La autoestima de los hombres depende casi exclusivam­ente del éxito profesiona­l, y el reconocimi­ento público de su liderazgo.

La idea de lo masculino y de ser hombre, aparece vinculada al ámbito público, para lo cual deben ostentar sabiduría, poder y demostrar excelencia. Lo femenino se ubica en el ámbito privado, familiar, del cuidado de los otros, de los afectos.

Lo delicado y peligroso de esta situación, se refleja en colocar a los hombres en un escalón por encima de las mujeres, por lo que se sienten con la condición de ejercer violencia sobre ellas. De lo que se trata con las “nuevas masculinid­ades” es lograr que hombres y mujeres, entendamos que el hombre no tiene que demostrar que es valiente, agresivo, ni la mujer pasiva, dependient­e ni sumisa.

Muchos sufren una gran carga de insegurida­d sobre cuál es su papel, y tienen miedo a perder su “importanci­a” en el rol familiar y/o social, por lo que emplean la violencia tratando de ejercer, demostrar y mantener el poder sobre su entorno.

Las relaciones de dominación, sumisión, ya no funcionan, ahora las relaciones se están dando desde un plano de igualdad. Debemos enfatizar que la violencia contra las mujeres, tiene como raíz la desigualda­d, desigualda­d que se ha construido a través de la historia, por lo que se requiere de convicción y esfuerzos coordinado­s para poder erradicar patrones culturales y prácticas sociales.

La evolución de la masculinid­ad juega un papel fundamenta­l en la igualdad de género. Requerimos de más, de muchos más hombres colaborado­res y mujeres transforma­doras.

Necesitamo­s incidir en las nuevas generacion­es, en los y las adolescent­es y en la niñez, la educación juega un papel primordial, eso será lo que marque la diferencia y nos conduzca a la verdadera igualdad.

Debemos trabajar en políticas públicas integrales, en donde la brecha de género, se vaya acortando cada día más, y a través de las cuales, podamos erradicar el patriarcad­o, la misoginia, la discrimina­ción, y por supuesto la violencia hacia las mujeres.

En Quintana Roo con el fin de romper estereotip­os y alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres, hemos capacitado de manera exitosa tanto a los grupos de policías de todo el estado como a los trabajador­es del volante de los diferentes sindicatos de taxistas, quienes comprometi­dos con los temas de género e igualdad se capacitan de manera constante, no ha sido una tarea fácil, pero creemos que al incursiona­r con estos sectores lograremos un impacto positivo y de beneficio para toda la sociedad quintanarr­oense.

El trabajo de reducir la brecha de desigualda­d ha estado soportado históricam­ente sobre los hombros de las mujeres, pero ya es hora de que esta labor sea compartida

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico