Académica, División del SUAyED, de la UNAM.
Las personas adultas mayores deben disfrutar de una vida plena, con salud, seguridad y participación activa en su comunidad.
La composición poblacional mundial se modifica como resultado de la evolución del desarrollo humano, pese a las brechas que existen en todas las sociedades entre las expectativas jurídicas nacionales e internacionales relacionadas con el pleno ejercicio de los derechos humanos y la realidad1. Es necesario reconsiderar hacia dónde va la humanidad para lograr que el desarrollo sostenible y las dinámicas de la población permitan promover el disfrute pleno e igualitario de los derechos humanos de las personas y, en particular, de las que son mayores de 60 años2.
La comunidad internacional mostró su preocupación por este importante cambio poblacional, desde el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento (1982), pero fue hasta 2002 que, con la “Declaración Política y Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento3”, se asume el reto del proceso de vida en el siglo XXI, a partir de la evidencia de que la transformación demográfica alcanza a los países en desarrollo.
En Madrid 2002, se delinean los tres pilares que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propone para las personas mayores. En síntesis, las personas de edad y el desarrollo; la promoción de la salud y el bienestar en la vejez, y el logro de entornos emancipadores propicios. Todo ello en el marco de acciones para la protección de los derechos humanos de las personas mayores.
En dicho instrumento se reconoce que los individuos, a medida que envejecen, deben disfrutar de una vida plena, con salud, seguridad y participación activa en la vida económica, social, cultural y política de sus sociedades, asimismo, previene que la perspectiva de género debe incorporarse en todas las políticas y programas para retomar la experiencia y las necesidades tanto de las mujeres como de los hombres de edad.
Ante este panorama, los países deben generar políticas públicas sociales, culturales, económicas, de espacios urbanos y rurales, con la finalidad de promover el bienestar de todas las personas, considerando en ellas a las personas mayores de 60 años.
Las mujeres tenemos una expectativa mayor de vida y el reto de envejecer con las determinantes de género, que influyen en la calidad de vida por alcanzar, incluyendo lacerantes deficiencias como falta de educación, mala alimentación, dependencia económica, violencia y discriminación, entre otras.
A partir de la propuesta de la ONU, las políticas públicas para este grupo poblacional deben atender el tema de la salud, incluyendo acciones de cuidado; apoyos para fortalecer las capacidades físicas y psicológicas; atención a enfermedades crónicas y educación para la salud, para generar la posibilidad de acceder a una vida sana.
De igual forma, deben atender la participación social considerando empleos o créditos y, por supuesto, programas sociales, acceso a la educación y su inclusión en la toma de decisiones de políticas públicas, para reducir las brechas de desigualdad, marginación y discriminación que prevalecen.
Son necesarios además, instrumentos para reforzar el acceso a los servicios de salud en condiciones de igualdad; poder contar con recursos para alimentación y vivienda; contar con políticas públicas encaminadas a erradicar la violencia de su entorno, y alcanzar la mejora en sus relaciones intrafamiliares e interpersonales en un clima cada vez más armonioso.
Es oportuno reflexionar sobre los tres pilares que propone la agenda de Naciones Unidas para las personas mayores y su interacción con todas las personas en general. Recordemos que como sociedad viviremos el resultado de aquello que construimos.
REFERENCIAS: [1] En los años 60 y 70 del siglo pasado, la expectativa de vida en México era de 60.29 años; en esta década es de 77.50; y, para el 2060, se espera que crezca a los 85.36 años (CEPAL, 2017) [2] Día Internacional de las Personas de Edad, 1 de octubre. Naciones Unidas. https://bit.ly/ZGApAe. [3] Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, Madrid, España, 8 al 12 de abril de 2002.
Los países deben generar políticas públicas sociales, culturales, económicas, de espacios urbanos y rurales, para promover el bienestar de todas las personas, incluso las mayores de 60 años
BIBLIOGRAFÍA:
• Asamblea General de la ONU (1983). Vienna International Plan of Action on Aging. United Nations
New York 1983. AG/ R/ 37/51. ONU Sitio web: https://bit.ly/2xCa6ie
• ONU (2018). Día Internacional de las Personas de Edad, 1 de octubre. ONU Sitio web: https://bit.ly/ ZGApAe.
• Asamblea General ONU (2002). Declaración Política y Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. Madrid, España, 8 al 12 de abril de 2002. A/CONF.197/L.2. ONU Sitio web: https://bit.ly/2rnBCzn. • Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2017). Derechos de las personas mayores: retos para la independencia (LC/CRE.4/Rev1). Santiago, 2017. CEPAL Sitio web: https://bit. ly/2zp0mKa.
• WHO (2007). Women, Ageing and Health: A Framework for Action. Focus on Gender. Geneva, WHO, ISBN 978 92 4 156352 9. WHO Sitio web: https://bit.ly/2NGGJFF.