2014, ¿y ahora qué? II
Cada día es más común escuchar a la gente decir “yo no veo la tele”, pero ahora no es como en otros tiempos cuando generalmente esa declaración servía para denotar una postura contra el sistema (y generalmente no era cierta). Ahora lo que pasa es que la gente ve sus tabletas, teléfonos y pantallas de computadora y lo hace en el momento y de la manera que quieran.
El año que acabamos de dejar atrás estableció a las series de Netflix como ‘la nueva televisión’. Cuando fueron tan nominados a los Emmy fue toda una revelación. Sus nominaciones a los Globos de oro, poco más de tres meses después, fue ya tomado como un natural hecho de la industria.
Hoy el internet no le sirve aún más a ese desesperado impulso para que todo sea inmediato y supuestamente mejor. Más flexible y creativo porque no tiene que complacer a un solo amo (la televisora) y a un público supuestamente homogéneo a la vez. Ya no hay marcha atrás. Lo que será interesante para ver en este 2014 en el territorio que nos corresponde (aquí no hay barreras ni regiones) será como los que antes pensaban que tenían el control de la audiencia se siguen tratando de meter con Sansón a las patadas de una lucha que aún no entienden del todo. Yo prefiero ver a Analachica Bolera en YouTube que una telenovela tradicional en la tele cualquier día de la semana. Ya no hay final de viernes porque podremos ver, ver y ver hasta que se acaba. Nuestra atención tiene que estar completamente captada para que ni piquemos el mouse en nuestra computadora, el nuevo control remoto de nuestros días. ¿ Werevertomorrow o Raúl Araiza? Todavía hay para ambos. Y mucho. Pero tengo la sensación que al ritmo que vamos con los proyectos que se nos vienen encima, éste será el año que cambie la balanza digital para siempre.
EN LA MÚSICA
¿No les llama la atención que los conciertos más sonados y exitosos son los mismos que podíamos ver en los 90? ¿Y en los 80? Para mí, en cuanto a producto nacional de la convaleciente industria del disco pocas cosas me parecen tan divertidas como la unión de Yuri y Lupita D´Alessio. Emanuel y Mijares, pues también siguen funcionando. Así cómo funcionaban Yuri y Mijares o Luis Miguel, Alejandro Fernández y Gloria Trevi. ¿Y qué tal Benny, Sasha y Érick? Debo decir que es un absoluto gusto ver como se divierten haciendo música los tres Timbiriches juntos, y que nos encanta en todos los casos mencionados anteriormente, capturar nuestro pasado a través de ellos, pero aún así es más que destacable que... Y acabo de nombrar las giras más exitosas de 2013. Y de 2003. Y de 1993 y de …..¿Debo seguir?
Claro que hay nuevas bandas y vocalistas exitosos. Reik, DLD, Jesse y Joy, Belinda, Camila (en su momento), Carla Morrison, Natalia, bueno, hasta los Recoditos que están viviendo muy bien de su música y de las nuevas formas de hacerla llegar a la gente. Pero las nuevas generaciones operan muy distinto, distinguiéndose por completo de las últimas generaciones de ‘adultos contemporáneos’ que siguen llenando el Auditorio Nacional.
¿Será que en 2014 habrá algún cambio? ¿O seguirán los más grandes dictando cuáles son las giras más exitosas de nuestro país? En el horizonte veo aún más festivales de música para las generaciones jóvenes y mucha, mucha nostalgia operando los conciertos nacionales más redituables.