Una noche de pesadilla
Herediano explotó los yerros de América, que sufrió una derrota que compromete sus aspiraciones de llegar a la Final de la Concachampions
América fue maltratado en Costa Rica, los parches a los que tuvo que recurrir Gustavo Matosas no funcionaron, y el equipo fue despropósito puro. La imagen de las Águilas fue paupérrima, sin capacidad de reacción y dejando en claro que el fondo del armario es limitado, hay jugadores a los que les queda grande la camisa. Herediano fue un equipo decidido, hambriento y supo explotar los yerros de los azulcremas. Un 3- 0 que deja herido al cuadro de Coapa.
Las Águilas fueron un equipo que sufrió las ausencias de su gente de peso en ataque, máxime cuando los relevos que tenían que cargar con el peso en ofensiva cometen tonterías y se hacen expulsar (entiéndase Michael Arroyo).
Las Águilas llegaron al duelo con cuatro bajas, tres de ellas piezas capitales para Gustavo Matosas, se echó de menos en demasía a Muñoz, Oribe y Benedetto, tipos que pueden cambiar la suerte en este tipo de partidos, pero sobre todo, que son capaces de retener la pelota y esperar que la segunda línea se agregue para llevar el balón a zona de peligro. Y Moi, hasta antes de la lesión, estaba cuajando una gran temporada.
Sin nadie que fungiera como punto de referencia en ataque, Matosas mandó un equipo que conservara el orden defensivo y apostó por la velocidad de Darwin Quintero y Michael Arroyo, a que alguno tuviera un momento de inspiración, porque ni uno ni otro están para tomar la estafeta ni del Cepillo ni del Pipa.
Al inicio, las Águilas, supieron controlar el ímpetu de los costarricenses, aunque carecían de capacidad para poder enlazar con la gente de ataque. No había conexión entre los medios y los delanteros azulcrema, demasiado dispersos del juego y siempre correteando la pelota.
Herediano salió revolucionado, a imponer condiciones y arrinconar a los visitantes, mordiendo cada palmo.
Los ticos apretaban, las Águilas resistían, incluso el cuadro azulcrema tuvo una jugada en la que exigió al portero costarricense. Arroyo y Mares fallaron y el meta Daniel Cambronero salvó la caída de su arco. El partido dio un vuelco al minuto 25, Michael Arroyo perdió la pelota y cometió una falta por detrás sobre Cristhian Lagos, el árbitro John Pitti no dudó y echó del partido al ecuatoriano.
En esa misma acción Paolo
No es sencillo jugar con uno menos casi 70 minutos. Los primeros 90 minutos Herediano ganó bien el partido” Hay que esperar la revancha en nuestra casa y que el equipo haga goles, hay que hacer cuatro goles” Es una diferencia grande, la luz de esperanza es que faltan 90 minutos en nuestra casa”
Entrenador de América
HEREDIANO Goltz pateó la pelota y en la inercia impactó la cara del jugador tico que al fi nal del partido acabó desvanecido.
Si América no tenía peso en ataque con once en el campo, con uno menos su presencia en ofensiva pasó a ser anecdótica. El cero a cero con el que llegó al medio tiempo era favorable.
La pesadilla llegó en el segundo tiempo, el equipo se desplomó, Herediano explotó el hombre de más que tenía y fue más venenoso en ataque y los errores en la defensa amarilla fueron lapidarios. La resistencia americanista flaqueó al 52’; Esteban Ramírez cazó una pelota en el área de las Águilas y con un tiro con la derecha venció a Hugo González.
Herediano tomó valor y a América le faltó frialdad, sensatez para conservar la calma, no tuvo la capacidad para bajar las revoluciones de los ticos. El único remate a gol que generó fue un cabezazo de Paolo Goltz que se estrelló en el travesaño. Entró Rubens Sambueza y poco pudo hacer para cambiar el trámite.