Podemos vs. Ciudadanos…
De sorpresa en sorpresa va el mundo político español: en pocos meses surgieron dos nuevas formaciones políticas dirigidas por jóvenes que han escalado vertiginosamente el ranking hasta ubicarse en el primer y segundo lugares de las preferencias electorales. Sus dos carismáticos dirigentes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, ya son serios aspirantes a la jefatura de gobierno.
¿Qué ha ocurrido en la conciencia de los trabajadores españoles para que la antigua y poderosa fuerza socialista del PSOE baje al cuarto lugar? ¿Qué le pasó al conservador Partido Popular, que estando en el poder en su segundo mandato perdió la hegemonía?
La explicación evidente es que la crisis de credibilidad que carga, desde hace tiempo, la corrupta clase política española estalló.
Para muchos ha quedado claro que la transición del 78 ha quedado atrás y que ni la derecha ni la izquierda surgidas entonces han sido eficaces para darle al país un horizonte de prosperidad y bienestar social y sí, en cambio, robaron y mintieron a sus electores.
Por eso los españoles voltean ahora hacia otras personas, partidos y esperanzas en un camino que aún no se sabe a dónde llevará.
Podemos es un partido de cuadros dirigentes provenientes de las universidades públicas. Su ideología es de izquierda y reivindican todos los derechos sociales ganados por la socialdemocracia escandinava. Reniegan de las políticas de austeridad impuestas por la Unión Europea. Proponen la salida de España de la OTAN y voltean hacia una nueva relación con Rusia. Aún no han presentado el proyecto financiero que sustente sus objetivos. Sus adversarios los acusan de ser utópicos y estar financiados por Venezuela.
Ciudadanos. Propone la transparencia absoluta para el patrimonio de los funcionarios públicos y para el gasto público. Mantener al país unido en la Zona Euro y la OTAN. Sus dirigentes son, en su mayoría, ciudadanos autónomos que no viven del presupuesto público. Sus adversarios los acusan de ser solo la cara lavada de la derecha.
Estas son las nuevas formaciones españolas que, en días, medirán fuerzas por primera vez en las elecciones autonómicas de Andalucía y darán paso, así, a un nuevo mapa político español.