Almagro promete renovar la OEA
El ex canciller uruguayo Luis Almagro fue elegido secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la promesa de conducir el ente hasta 2020, promover su renovación y recuperar su protagonismo. “No me interesa ser el administrador de la crisis de la OEA, sino el facilitador de su renovación”, dijo Almagro ante la Asamblea General Extraordinaria de la organización, tras ser declarado vencedor por 33 votos a favor y una abstención.
Hasta 19 cancilleres de la región acudieron a Washington para la elección de Almagro, quien asumirá el cargo el 26 de mayo, sustituyendo al chileno José Insulza al frente de la OEA en la última década con su doble mandato.
La OEA es el bloque regional más antiguo de su tipo en el mundo, creado en 1948.
El equipo de Almagro que comenzará de inmediato la transición estará encabezado por el economista uruguayo Luis Porto e incluye a Dan Restrepo, durante varios años asesor del presidente estadunidense Barack Obama para América Latina.
Almagro era el único candidato en disputa, luego de asegurar el apoyo explícito de Brasil, Argentina y México, y a último minuto el voto de EU, que financia poco más de la mitad del presupuesto anual de la OEA.
Además de su reforma, la otra gran asignatura pendiente es crear las condiciones para facilitar el retorno de Cuba, suspendida del bloque en 1962. La suspensión fue anulada por consenso en 2009, lo que cerró uno de los capítulos de la larga guerrafría entre EU y Rusia en el hemisferio. “La OEA tiene la obligación de generar una agenda política y de diálogo con Cuba, que acerque a las partes y resuelva los temas pendientes”, dijo Almagro y destacó que la Cumbre de las Américas 10-11 de abril en Panamá será clave.
La vocera del Departamento de Estado de EU, Jen Psaki, felicitó a Almagro y pidió trabajar en conjunto para “reformar y fortalecer” la OEA y preservar su “rol de liderazgo” en “democracia y derechos humanos”.
Para Katya Salazar, de la organización Due Process of Law Foundation, Almagro aportará “la prudencia uruguaya”, y según Mark Weisbrot, del Center for Economic and Policy Research, supone “un triunfo para la integración regional” y contra los esfuerzos de EU “de aislar a determinados países”. m