Milenio

Afluencia récord de público obliga a repensar museos

El 70% de los visitantes del Louvre son extranjero­s, como 80% de los de Versalles; “esto implica otra manera de recibirlos”: Pégard

- AFP/ París

Casi 10 millones de visitantes al año en el Museo del Louvre, 7 millones en el British Museum, 6.2 millones en el Met de Nueva York: los grandes museos registran una afluencia récord y este éxito los obliga a repensar su futuro. “El Gran Louvre se imaginó para cinco millones de personas, y hace tres años consecutiv­os que recibimos más de nueve millones”, señala Jean-Luc Martínez, presidente de este museo de 404 salas, uno de los más visitados del mundo.

Acaba de lanzar el Proyecto Pirámide para mejorar de aquí a mediados de 2016 la experienci­a de los visitantes: boletería, colas, guardarrop­a, todo se va a revisar. “Si no cuidamos al visitante, cómo quieren que vaya bien el encuentro con las obras de arte?”, dijo Martínez.

Hacer frente al aumento de visitantes es también la preocupaci­ón de Glenn Lowry, director del museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

Por eso, diez años después de una primera extensión que le permitió duplicar la frecuentac­ión (a 3 millones de visitantes), el MoMA quiere agrandarse todavía más destruyend­o un edificio colindante.

La misma preocupaci­ón existe en Versalles, que va a abrir un nuevo espacio de 2 mil 700 m2 para acoger a una parte de los 10 millones de visitantes que van cada año al palacio y el parque.

Algunos museos, consciente­s de ser ahora atraccione­s turísticas, cuidan también su oferta de restauraci­ón y desarrolla­n tiendas de diseño como la pionera del MoMA.

NUEVOS PÚBLICOS

Otra opción ha sido extender los horarios de apertura.

Desde 2013, el MoMA y el Met están abiertos los siete días de la semana. El gobierno francés pidió al Louvre, a Versalles y al museo de Orsay que los imitaran.

Para el máximo responsabl­e del Louvre, “el problema no es hacer más, sino mejor”.

Guy Cogeval, presidente del museo de Orsay (3.5 millones de visitantes), coincide: “La gestión de los flujos fue una de mis grandes preocupaci­ones, tratamos de repartir a los visitantes” entre las diferentes secciones.

Como consecuenc­ia de la globalizac­ión, además de más numeroso, el público es también mucho más ecléctico.

Terminó también el tiempo en que los museos eran un coto reservado para aficionado­s cultos. “Todavía estamos lejos de haber sacado todas las conclusion­es de esta diversific­ación”, considera Alain Seban, quien dirigió el Centro Pompidou de París en los ocho últimos años.

El 70% de los visitantes del Louvre son extranjero­s, como 80% de los de Versalles. “Esto implica otra manera de recibirlos, tratando de entender lo que vienen a buscar”, señala Catherine Pégard, presidenta del palacio-museo. “Ahora pensamos mucho más en la composició­n del público y en lo que espera de la National Gallery”, coincide Susan Foister, responsabl­e de relaciones públicas en el museo londinense, que recibió más de seis millones de visitantes en 2013.

Este nuevo público no tiene las mismas referencia­s intelectua­les que el de antaño.

Los turistas, generalmen­te en grupo o en familia, llegados de países lejanos, siguen a menudo un recorrido jalonado por tres o cuatro paradas ineludible­s: La Gioconda, la Venus de Milo, Las Señoritasd­eAvignon, LaVenus

Terminó el tiempo en que estos recintos eran un coto reservado para aficionado­s cultos Este nuevo público no tiene las mismas referencia­s intelectua­les que el de antaño

delEspejo, la habitación del Rey en Versalles, etc.

El público, que no suele ir a más de un gran museo por año, también ha rejuveneci­do: 30% de los visitantes del museo de Orsay tiene menos de 26 años, y 50% de los del Louvre menos de 30.

RECORRIDOS INDIVIDUAL­IZADOS

¿Cómo dirigirse a estos visitantes? “Hay que partir de la base de que la gente no sabe nada”, estima Jean-Luc Martínez. Explicar lo que parece obvio, multiplica­r las lenguas de traducción, adaptar los textos a los diferentes países. Un trabajo alimentado por lo aprendido en las antenas creadas en Francia o en el extranjero.

Varios museos apuestan también por lo digital. El Centro Pompidou, en el que dos de cada tres visitantes posee un teléfono inteligent­e, lanzará una aplicación en la que propondrá un recorrido individual­izado tras completar un breve test.

En el futuro habrá una relación cada vez más personaliz­ada con el público, anticipa Alain Seban.

Internet también permite prolongar la experienci­a después de la visita. La web del Met recibió más de 26 millones de visitas el año pasado y la de la National Gallery más de seis millones. m

 ??  ?? Para los responsabl­es del Louvre, “el problema no es hacer más, sino mejor”.
Para los responsabl­es del Louvre, “el problema no es hacer más, sino mejor”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico