El malinchismo improcedente en el caso Yarbrough
Qué bueno que el seleccionador de los Estados Unidos, el alemán Jürgen Klinsmann, haya decidido convocar al portero del León, William Yarbrough. Es un hecho que tiene que verse con un enfoque absolutamente positivo. El joven guardameta, dos veces campeón con los esmeraldas que dirigió Gustavo Matosas, tiene condiciones que lo convierten en un jugador muy atractivo y con muy buen futuro.
Ojalá demuestre con la selección del país del que su padre es originario, regularidad y eficacia y se quede entre los integrantes de la selección estadunidense en partidos oficiales.
No estoy de acuerdo en que este llamado de pie a protestas veladas o abiertas contra Miguel Herrera, el entrenador de la selección mexicana de futbol.
Como la que publicó en su cuenta de twitter el presidente del León, Jesús Martínez Murguía. El directivo le respondió al Piojo, que argumentó que tiene a 8 porteros de muy buen nivel en su proceso, entendiéndose que entre ellos no está Yarbrough.
No todos los jugadores mexicanos deben estar en la selección nacional. Si Yarbrough no ha sido llamado por Miguel Herrera no es porque se haya sido injusto con él. Es más que cierto que otros porteros han estado por encima de él.
No me queda duda que en algunos años más, el portero del León podría ser un incuestionable de la selección, pero no ahora.
Está sin embargo algo claro. Y así lo dejó claro Herrera. Mientras Yarbrough no juegue un partido oficial (Copa Oro, por ejemplo), puede ser llamado también por el Tri.
Dependerá ya de él si se llega a dar esta situación escoger con qué país quiere jugar.
Por lo pronto debe avocarse a disfrutar su convocatoria por el entrenador que lo cree ya necesario. Que no se contamine de todos estos malinchistas que lo quieren vestido de verde, como si fuera una obligación. Si con el representativo de Estados Unidos se convierte en figura habrá que aplaudirlo y no lamentarlo.