SÍMBOLO DE ESPERANZA.
Se eleva a más de 5 mil el número de muertos; hay 10 mil heridos
Mientras que la ONU calculó en 415 mdd la ayuda requerida por Nepal tras el sismo del sábado, un diario local difundió imágenes del rescate de una bebé de 4 meses que pasó 22 horas entre los escombros.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) reveló que se requieren 415 millones de dólares para financiar en los próximos tres meses a los damnificados en Nepal, por el terremoto de magnitud de 7.8 grados que el sábado destruyó más de 70 mil viviendas en el país y dañó otro medio millón.
Los requerimientos más inmediatos son alojamiento temporal, agua, alimentos, instalaciones sanitarias básicas, atención médica de urgencia, así como protección a las víctimas, en especial a los más vulnerables, como niños y mujeres.
Hasta ayer se cifraba en más de 5,000 los muertos y 10 mil heridos por el sismo y sus constantes réplicas, algunas de fuerte intensidad. La ONU aportó un fondo de 15 millones de dólares para iniciar su operación de ayuda en Nepal.
Cerca de 500 mil personas perdieron sus hogares, destacó la ONU en un comunicado.
A su vez, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU prepara la distribución de comida entre 1.4 millones de personas, incluidas 750 mil en zonas remotas y planea asegurar agua potable e instalaciones de saneamiento a 4.2 millones de damnificados.
Más de dos millones de niños y 525 mil mujeres deben además beneficiarse de programas de protección, según la ONU.
Ayer, la policía antidisturbios nepalí intervino para contener la ira de miles de personas que buscan salir de Katmandú, la capital del país.
En la calle, a merced de las réplicas y con temor de que se agoten los alimentos, miles de personas se congregaron al amanecer en una estación para tomar los autobuses especiales prometidos por el gobierno.
Pero al ver que no había tales se enfurecieron y se enfrentaron con la policía enviada para intentar controlar la situación. “Llevamos esperando desde el alba. Nos dijeron que habría 250 autobuses pero no ha llegado ninguno”, explica Kishor Kavre, estudiante de 25 años que quiere irse de la capital en ruinas.
Los policías antidisturbios se resguardaron tras un alambre con púas para responder a los hombres armados que con palos se disponían a atacar a autobuses y otros vehículos.
El gobierno reconoció estar desbordado por la amplitud de la catástrofe más grave de los últimos 80 años. “Ha habido debilidades en la gestión de las operaciones de socorro”, reconoció el ministro de Comunicaciones, Minendra Rijal, a la cadena de tv nepalí Kantipur. “La catástrofe es tan grande y sin precedentes, que no hemos sido capaces de responder a las expectativas de la gente. Pero estamos preparados para reconocer nuestras debilidades, aprender y salir adelante de la mejor manera posible”, aseguró.
Las réplicas del terremoto han disminuido, pero cientos de miles de personas siguen durmiendo en las calles. m