Diez por la educación
Nunca está de más reiterar la importancia que tiene la educación en el desarrollo del país. Independientemente del partido que gobierne, la educación es una tarea de Estado y así debe entenderse. Debemos tener la capacidad de trascender la telaraña que se ha tejido en torno al problema educativo y avanzar en acuerdos mínimos, pero indispensables en torno a este importante tema.
Las iniciativas para mejorar la educación tienen diferentes afluentes: partidos políticos, instituciones educativas, organizaciones sindicales y las que surgen desde la sociedad civil.
Desde el Senado, apoyamos los 10 compromisos por la educación con equidad y calidad que han propuesto diversas organizaciones sociales. Asimismo, exhorto a los partidos políticos y a los candidatos a un cargo de elección popular en los comicios del próximo 7 de junio a que se sumen a este esfuerzo.
Resulta prioritario que se cumpla con el ciclo escolar de 200 días, se apliquen los descuentos a maestros faltistas y se apliquen las consecuencias laborales a los que se ausenten del aula, sin justificación y por más de tres días.
Apoyamos que se impulse mayor equidad en la educación, nivelando paulatinamente a las escuelas en infraestructura y medios para el aprendizaje, con especial atención en las zonas marginadas e indígenas del país.
Consideramos conveniente que se celebren y apliquen, sin excepción, las evaluaciones a los alumnos y a las escuelas del sistema educativo nacional.
Es correcto que se concursen todas las plazas vacantes de maestro, director, asesor técnico-pedagógico y supervisor, y que éstas se asignen a los mejor calificados en los concursos de oposición, ninguna plaza debe entregarse por motivación política o, en automático, al salir de la escuela normal; nunca más se debe vender o heredar una plaza docente, ésta es una de las peores prácticas de nuestro sistema educativo.
Estamos de acuerdo en que se destinen recursos humanos y financieros suficientes y pertinentes para la formación inicial y capacitación de los maestros, lo que incluye actualizar a las escuelas normales.
Apoyamos la evaluación a cada uno de los maestros, directores y supervisores de manera periódica y que se apliquen las consecuencias (reconocimiento, promoción, apoyo, capacitación o remoción) que la ley establece.
Todos estamos de acuerdo en que se transparente y depure la nómina magisterial para dejar de pagar —con dinero destinado a los maestros— a aviadores, comisionados sindicales, trabajadores administrativos o a cualquier otra persona que no desempeñe función docente.
Una tarea fundamental es que se construya, actualice y haga público y consultable el Sistema Nacional de Información y Gestión Educativa, así como los padrones y nóminas magisteriales a escalas estatal y nacional.
La transparencia debe llegar con toda su fuerza a la educación. Debe recordarse que a partir de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, los sindicatos —como el SNTE— tendrán obligaciones directas de transparencia. Por lo cual, resulta conveniente que se promuevan y celebren las jornadas de transparencia en todas las escuelas, vigilando que se rinda ante la comunidad un informe de actividades y rendición de cuentas a cargo del director del plantel.
Asimismo es relevante que se instrumente un sistema accesible a los ciudadanos y docentes para la presentación y seguimiento de quejas y sugerencias respecto del servicio público educativo.
Estos 10 puntos descritos brevemente son la plataforma para la gran reforma educativa, que aún está pendiente en nuestro país. m
Independientemente del partido que
gobierne, la educación es una tarea de Estado y así
debe entenderse