“Fue un debut amargo”
La mayoría de los seleccionados salieron de su vestidor con semblante de tristeza, de impotencia por no haber conseguido los primeros tres puntos en la Copa América. Les faltó mucho, lo saben, pero aun así, Javier Aquino dejó en claro que deben sacudirse todo el estrés y sacar fuerza para estar al cien por ciento en el duelo contra Chile.
“La verdad es que es un amargo debut, no esperábamos este resultado, el equipo venía con la mentalidad de sacar los tres puntos, pero eso no nos tiene que desilusionar para lo que viene”, dijo Javier.
El mediocampista tiene claro que adelante se quedaron cortos, que faltó precisión en el último tiro, por ello, tendrán que trabajar fuerte dos días para llegar en óptimas condiciones al choque frente a los anfitriones.
“En la última zona tuvimos ocasiones para poder defi nir el partido, pero nos faltó ser más precisos en el último pase, hay que mejorar ese aspecto para el próximo partido”.
El empate no pegó con tanta fuerza como para bajar los brazos, según mencionó Aquino: “En mentalidad y en ganas estamos de la misma forma, estamos un poco desanimados, pero hay que levantar la cabeza, para sacar un resultado positivo ante Chile”.
Javier entró en el segundo tiempo y fue el que le cambió la cara al equipo, con algunos chispazos de talento: “Traté de hacer siempre lo que se nos pide, como lo he mencionado, a veces las cosas te salen bien, a veces no tanto, pero siempre debe haber garra e ímpetu, es lo que se debe tener y lo ponemos. Me siento bien, pero lo más importante es tratar de aportar al equipo”, comentó.
Del rival del próximo lunes que en apariencia es el más complicado porque tendrá todo el entorno a su favor, apuntó que “tienen jugadores de mucha calidad, están ante su gente y por eso será un partido aún más difícil. Trataremos de robarles el balón, de tener la iniciativa del juego y que no se sientan cómodos”.
Mientras, Matías Vuoso, aceptó que “nos faltó un poco de calidad en la última jugada para terminar las ocasiones”, pero cree que pese al empate “no hay que dramatizar”.