Cae uno de los reos que se escapó del Reclusorio Oriente
La libertad que Agustín Miranda Orozco buscó al fugarse por el archivo anexo del juzgado 20 penal del Reclusorio Oriente duró apenas 15 días. El reo acusado de secuestro, robo y portación de arma de fuego fue recapturado por la Policía de Investigación.
Después de salir por la rejilla de prácticas, que hace 13 años había sido cancelada, acompañado del también secuestrador Roberto Sánchez Ramírez, El Tín, como le decían en prisión, se refugió primero en un domicilio de conocidos y después en un hotel de la colonia San Simón Tolnáhuac, delegación Cuauhtémoc.
Ahí se hospedó con un perfil bajo. En sus primeras declaraciones, el interno admitió que estaba ahí mientras sus familiares obtenían un préstamo para viajar a Tijuana y de ahí a Estados Unidos con una identidad diferente.
Sin embargo, desde que salió caminando por las escalinatas que dan acceso a los juzgados del fuero común anexo el pasado 30 de mayo, las autoridades policiacas hicieron un rastreo de localización a través de las cámaras de videovigilancia.
El objetivo era establecer las diversas rutas de escape, analizar los domicilios de sus familiares, esposa y conocidos que tenía inscritos en su expediente de visitas. Así comenzó su búsqueda.
El jefe de la Policía de Investigación, Raúl Peralta, explicó que durante las dos semanas siguientes a la fuga siguieron paso a paso los movimientos de personas estratégicas y así llegaron al hotel. “No hubo resistencia de ninguna índole, todo fue conforme a lo planeado, cuando le informamos en qué consistía la diligencia, se dijo consciente de que íbamos por él”, afirmó.
El funcionario resaltó que la investigación continúa para localizar a Roberto Sánchez Ramírez, conocido también como El Fugas, por concretar en su carrera delictiva cuatro evasiones de los reclusorios capitalinos.
Este hombre tiene en su contra una condena de 114 años de prisión por encabezar una organización dedicada al secuestro que conformó con dos de sus hermanos y se caracterizaba por amputar a las víctimas.
Por esta evasión dos custodios enfrentan proceso penal, porque rompieron los protocolos de seguridad al autorizarles ir al baño y quitar los candados de mano, a pesar de que son considerados reos de alta peligrosidad. m