Gil Gamés
Los gobernadores no eran noticia nacional... En cambio los jóvenes de hoy recordarán cuando sean viejos, por ejemplo, a José Murat, Ulises Ruiz y Gabino Cué como artífices del desastre oaxaqueño
AGil le gusta remecer la cuna de su memoria y recuerda un tiempo en el cual los gobernadores de la República no eran noticia nacional. ¿Quién se acuerda de Bravo Ahuja o Vázquez Colmenares, gobernadores de Oaxaca en los setenta uno y en los ochenta y tantos el otro? En cambio los jóvenes de hoy recordarán cuando sean viejos a José Murat, Ulises Ruiz y Gabino Cué como artífices del desastre oaxaqueño. Muy pocos recuerdan a Murillo Vidal, Acosta Lagunes y Gutiérrez Barrios, Gil se pone de pie y se quita el sombrero ante la memoria de don Fernando y su copete de acero inoxidable. En cambio, muy pocos olvidarán a Fidel Herrera y Javier Duarte.
El manto del olvido ha cubierto estos nombres: Norberto López Avelar y Felipe Rivera Crespo, pero todo aquel que haya leído un periódico recordará a Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo, pues hicieron pomada al estado de Morelos y a la ciudad de Cuernavaca.
Sí: Gilga sabe que estamos peor porque estamos mejor; la democracia y toda la cosa, y el Presidente como un Dios, y la corrupción oculta debajo del tapete, y en fon. Graco Ramírez será recordado también como un gobernador perredista que prometió seguridad y que en tres años y nueve meses de gobierno recibió informes de que en el estado que gobierna se cometieron 3 mil 673 homicidios, de acuerdo con el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En la capital del estado, gobernada por un ex futbolista, los secuestros son cosa de todos los días. Cuando se le pregunta a Cuau Blanco, él contesta: no tengo noticias de que haya secuestros en la ciudad. Todo esto lo leyó Gil en su periódico La Jornada en una nota de Rubicela Morelos Cruz. Graco Ramírez se ha apuntado en la pelea perredista para la candidatura a la Presidencia de la República. Todo es muy raro.
LOCAS DE ATAR
A Gamés lo dejó paralizado (no empiecen) el artículo de Denise Dresser en su periódico Reforma. La académica-activista-precandidataperiodista ha escrito un texto en el cual toma la voz de Peña Nieto y escribe lo que según ella debió decir cuando se disculpó por el asunto de la casa blanca: “Disculpa real”. En un desdoblamiento digno de “El caso de Anna O.”, Dresser ha escrito (es un decir) un rollazo con su voz puesta en la del Presidente y lo dice con los pantalones y las faldas bien puestas: “He aquí la disculpa que Enrique Peña Nieto debió haber ofrecido” y vámonos tendidos hasta el final: “Ese será un paso fundamental para recuperar la confianza perdida en mi Presidencia: darle voz y espacio y presencia a mis críticos, contrapesos indispensables en una democracia”, es decir ella, Denise Dresser, contrapeso fundamental de nuestra democracia: “Porque como decía Desmond Tutu, el perdón implica otra oportunidad para empezar de nuevo. Por ello ofrezco disculpas y también la reparación del daño. Esa es la verdadera manera de mover a México”. Gilga miró fijamente un muro blanco y pensó: la prosa de Dresser es un incendio. Alguien que por piedad le lea a la autora sus artículos en voz alta, ¿nadie? Una pena. Freud habría tratado el caso de Gilga: “articufobia”, horror a ciertos artículos de periódico como los que escribe Dresser. Síntomas: mareo, ganas inexplicables de llorar, dolor en la boca del estómago, ardor en los ojos, cefalea. Si usted padece alguno de estos malestares no consulte a su médico, la respuesta no está en el viento, sino en los artículos de la combativa periodista.
ARTÍCULO 19
Y retiemble en sus centros la tierra: Artículo 19, la organización de derechos humanos dedicada a proteger la libertad de expresión, mju, ha denunciado al juez que lleva el caso de Sanjuana Martínez en el juicio interpuesto por el senador Jesús Ortega por supuesta difamación. Ah, los defensores presentes: “(Artículo 19) asume con responsabilidad el fallo judicial contra Sanjuana Martínez, pero considera un acto de hostigamiento por parte de estos tribunales federales que, a petición de Jesús Ortega, se requiera de abogados de esta organización para una comparecencia en la que podrían ser obligados a violar el secreto profesional”.
Ah, las manos que mecen las cunas, miles de manos y miles de cunas y lo que haya adentro de las cunas, periodistas combativos, activistas fieros, seres dispuestos a poner su vida en el altar de la libertad de expresión. A Gilga le simpatizan estos luchadores del Artículo 19, pues son grandes amigos de sus amigos y amigas, y muy discretos con quienes no comulgan con su iglesia de piedad revolucionaria y viajes por el mundo y cuentas de banco en dólares.
JODOROWSKY
La psicomagia tocó a la puerta del amplísimo estudio y Gil no abrió. Gamés ya se había enterado de que Alejandro Jodorowsky había cometido algunos tuits, el último de ellos decía así: “Un abuso sexual puede ser feroz o puede ser seductor si es un incesto. El abuso incestuoso puede no ser violento y despertar a Edipo”.
No le digan a nadie, pero Gil siempre pensó que Alejandro Jodorowsky era un idiota, desde la fábulas pánicas hasta la psicomagia (que sigue tocando a la puerta del amplísimo). El que piense lo contrario tendrá que defender el tuit de este esnob internacional que ha engañado a muchas señoras de las Lomas y no pocos militantes del alma. Anjá, sí, señor Jodorowsky, el abuso sexual puede ser seductor. A ver, repita y sostenga en público: el abuso sexual puede ser seductor. En fon.
La máxima de Vargas Llosa espetó en el ático de las frases célebres: Solo un idiota puede ser totalmente feliz. m Gil s’en va