ESPERAN JUSTICIA.
Por ley deberá ser la síndica, Cristina Lunes, hija de Narciso, quien también fuera asesinado el sábado, pero difícilmente será aceptada
Familiares de Domingo López González, munícipe de San Juan Chamula baleado el sábado, entregaron el bastón de mando a las autoridades de la etnia tzotzil; a más tardar en 15 días, el sucesor. Foto: Nelly Salas
En San Juan Chamula un bastón acredita a su presidente municipal. Los usos y costumbres de esa comunidad tzotzil en Chiapas así lo mandatan.
Las tradiciones cuentan que el propio patrono del pueblo, San Juan Bautista, lo heredó, y por casi 10 meses Domingo López González mantuvo el bastón de mando en su casa, en un altar que mandó construir.
Ayer, el hijo y hermano del alcalde asesinado el sábado pasado lo regresaron a las autoridades tradicionales de San Juan Chamula durante una ceremonia.
Antes de las nueve de la mañana medio centenar de autoridades del poblado se concentraron en la casa de Domingo, a 300 metros del palacio municipal; ambos inmuebles pintados con la misma tonalidad de verde que utiliza el partido ecologista de México.
Las autoridades tradicionales son los hombres más viejos de la comunidad, quienes ayer estuvieron ataviados con sus trajes típicos de color blanco y de lana.
Solo ellos, junto con los familiares de Domingo, ingresaron a la habitación de la casa para la ceremonia; el resto: jóvenes, niños y mujeres esperaron afuera, ingresaron hasta que concluyó.
Las autoridades tradicionales de Chamula se arrodillaron frente al altar, rezaron en su lengua tzotzil, se arrastraron unos metros y lloraron la muerte del primer alcalde en la historia de San Juan sin filiación priista.
Frente al altar, la familia de Domingo también rezó en su lengua maya; mientras, una de las autoridades “desenvainó” de una cruz el bastón de mando dividido en dos partes. Lo “bañó” en incienso y lo entregó al hijo y hermano del presidente municipal ultimado por un conflicto político.
En el cuarto solo cuelgan un par de cuadros con las fotografías del Presidente y del gobernador del estado.
Cuando la habitación tenía más humo, Luis y Salvador López, hijo y hermano de Domingo, respectivamente, entregaron a una de las autoridades del pueblo las dos partes del bastón.
El municipio de Chamula, localizado en los Altos de Chiapas a solo media hora de San Cristóbal de las Casas, está conformado por tres barrios: San Juan, San Sebastián y San Pedro.
A este último pertenecía Domingo, al igual que Pascual Paquistán, primer alcalde de San Pedro, quien no habla español pero hoy, según los usos y costumbres de la comunidad, es el nuevo alcalde.
A escala gubernamental será la ley estatal la que determine oficialmente al nuevo alcalde, situación que a la familia del difunto ya no le importa.
“Nos vamos a retirar de la política, no queremos saber nada. ¿Qué es lo que va a llegar a pasar? ¿Quién va a ser el futuro presidente? A nosotros ya no nos interesa”, enfatizó Luis, uno de los hijos de Domingo.
Durante la ceremonia, el hijo mayor y el hermano de Domingo reiteraron la exigencia a las autoridades de justicia, al tiempo que descartaron vengarse de los responsables, como se acostumbra en esa región de Chiapas. “Todos mis compañeros, mis amigos me preguntan en qué va a quedar: ‘vas a quedarte con las manos cruzadas, por qué no actuamos’. ¡No! Yo le dije a la gente: no se vale hacer justicia por nuestras propias manos. “Por mi parte, mis sobrinos, como familia, vamos a respetar al señor gobernador y al procurador, que actúe la ley”, exclamó Salvador, hermano del edil asesinado.
Entonces terminó la ceremonia, Pascual Paquistán, con el bastón de mando en mano, fue el primero en salir de la habitación. Enseguida encabezó la comitiva de autoridades tradicionales que caminó a la catedral de San Juan Bautista, templo de oración de los chamulas, donde un bastón acredita a su alcalde.
Con la entrega del bastón de mando se inició el proceso, de 15 días, para nombrar a su sucesor. Por ley deberá ser la síndica, Cristina Lunes, hija de Narciso, quien fuera asesinado junto con Domingo López; esto se complica, porque difícilmente los hombres chamulas van aceptar que una mujer los gobierne. m