La Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil celebrará sus 15 años en 4 ciudades
“Tenemos que seguir profundizando en el modelo de educación comunitaria”
Algunos son tan pequeños que parecen haber escapado de un curso de verano. Sin embargo, su noción de diversión es diferente, más madura. Su mirada refleja el interés por lo que les dice el maestro de corno Omar Morales, quien los conduce, junto con sus compañeros ya adolescentes, por un pasaje de la obertura de El barbero de Sevilla, de Rossini.
Los noveles músicos forman parte de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México (OSIM) que se prepara en Amealco, Querétaro, para la celebración de sus 15 años. La agrupación se presentará del 4 al 7 de agosto, respectivamente, en el Teatro de la Paz de San Luis Potosí, el Auditorio Metropolitano de Orizaba, el teatro Ocampo de Cuernavaca y el Palacio de Bellas Artes, donde tendrá dos presentaciones, a las 14:30 y 17:30. “Péinense, que vienen los medios de comunicación”, dice en broma el maestro de tuba Paul Conrad, mientras le indica a uno de los alumnos que toque un coral de Johann Sebastian Bach. Fernando Islas dirige la sección de trombones en un fragmento de El Danubio azul, en tanto que Tim McKeon pregunta a sus alumnos si perciben la ligera desafinación durante su ensayo del Huapango, de Moncayo. Vladimir Escala se refiere también a problemas de afinación en el oboe mientras los jóvenes abordan otro fragmento de esa pieza.
Vía Skype, algunos ex alumnos de la OSIM comparten su experiencia en la agrupación, como Natalie González, de Tijuana, quien actualmente estudia artes visuales en Chicago: “Fue un impulso muy grande conocer a músicos tan excelentes. En mi caso, la música me ha brindado disciplina para las artes plásticas”, explicó la joven.
Arturo Correa, de San Luis Potosí, quien actualmente estudia violín en Ucrania, afirma que estar en la OSIM “ha sido una de las experiencias más importantes en mi vida: conocer a tantas personas, viajar juntos, tocar en diferentes lugares me ayudó a crecer”.
Samantha Flores, también de Tijuana, quien estudia su maestría en violonchelo, considera que para mejorar el proyecto de orquestas juveniles es preciso “tener acceso a mejores instrumentos y escuelas. Los jóvenes necesitan ese tipo de impulsos para seguir adelante”.
RIGOR MUSICAL
Eduardo García Barrios, director artístico de la OSIM y titular del Sistema Nacional de Fomento Musical, dice en entrevista con MILENIO que el gran logro de este proyecto es su permanencia. “Esto es resultado de la continuidad en un modelo de trabajo en el cual el rigor musical y académico está muy entrelazado con el placer, la pasión, la alegría y la búsqueda de conocimiento”.
La OSIM, explicó su titular, se está vinculando en este momento con procesos permanentes: “Integrantes de la Orquesta Escuela Carlos Chávez contribuyen con sus conocimientos a la formación de los músicos de la OSIM. La segunda fuerza es el trabajo comunitario: están surgiendo niños, niñas y jóvenes con la decisión firme de ser músicos de una enorme calidad artística”.
De acuerdo con García Barrios, la percepción hacia este tipo de proyectos ha cambiado en 15 años: “Falta mucho, porque el país es gigantesco, porque la necesidad de cumplir con el mandato del derecho cultural de las niñas y los niños no está satisfecho. Tenemos que seguir profundizando en el modelo de educación comunitaria, en los modelos de educación profesional”. m