Ese puño sí se ve
Arturo Whaley Martínez era el dirigente de los nucleares que eran parte de la Tendencia Democrática del Suterm, cuyo líder era Rafael Galván. Los electricistas libraron la última resistencia al neoliberalismo incipiente en la década de 1975 a 1985, como lo dice Arturo Whaley en su ensayo publicado en el Libro 2. Movimientos Sociales. La izquierda Mexicana del siglo XX.
Ayer por la mañana durante el 35 Congreso del Stunam, realizado en el Auditorio Nacional repleto, se le tributó un merecido homenaje a Whaley.
Diversos oradores de diferentes sindicatos nacionales o internacionales rescataron aquellas banderas de lucha de los sindicalistas de los 70, entre los que se encontraban los universitarios, planteando la necesaria lucha contra la precariedad laboral del modelo neoliberal.
El combate requiere de organizaciones sindicales reales, autónomas, no postizas, como les llamaba Rafael Galván. Sin ellas las políticas económicas impulsadas por el gobierno de Peña Nieto seguirán agudizando los problemas económicos, lo que sumado a su desprestigio político puede conducir al país a un callejón sin salida.
El complicado escenario de enfrentamientos cada vez más cotidianos y violentos protagonizado por el gobierno federal, varios estatales y la CNTE no se puede resolver apostando a que se pudra.
Cada vez está siendo más complicado satisfacer la exigencia de sectores empresariales y conservadores para que Peña Nieto “imponga el estado de derecho”, a sabiendas de que eso en México significa el uso de la violencia sin contención, como se ha demostrado en los casos de Tanhuato y Tlatlaya, donde se produjeron ejecuciones que llaman extrajudiciales, como si en este país o en cualquier otro que no esté librando una guerra, y ni así, se pueda hablar de “ejecuciones judiciales”.
Suponer que el conflicto con la CNTE puede superarse desconociéndola como interlocutora y cancelando el diálogo hasta que regresen clases equivale a suponer que un incendio en la pradera, por localizado que sea, se extinguirá con el mero transcurrir del tiempo.
Los pasos de Whaley y la denominada insurgencia sindical son otro camino posible para salir de ésta decadencia. m