Ya nos hackearon; no nos volverán a hackear
Esto fue lo que debió de haber dicho Jorge Vergara luego de la caída del sistema en Chivas Tv, que es tan arcaico que más bien se ven los juegos del Cuate Calderón y el Centavo Muciño, luego de explicar a la clientela que fue culpa de un hackeo. Algo que también pudo haber hecho ese admirable político que es el Catémoc Blanco, ahora que lo acusan de haberse vendido a los Yañez —dueños del Partido Social Demócrata, pero que no saben de cosas sociales y menos de democracia— por un puñado de dólares, como si en vez de haber sido elegido candidato lo hubieran reclutado para reforzar al Necaxa. En vez de decir que le falsificaron su firma para estamparla en un contrato maligno, tendría que haber explicado con lujo de detalles técnicos que en realidad le habían hackeado la rúbrica. Sobre todo porque nadie creería que un personaje de su estatura moral y miras de estadista podría vender su nombre solo para ganarse una lana y ser como Cantinflas en el clásico del cine burdo, El candidato. Aunque la verdad, lo que el señor de las cuatemiñas habría querido era protagonizar el remake de La pulquería II, con las chicas del talón, que son perversas y de mal corazón.
Afortunadamente, al igual que su góber precioso, el nada grato de Graco, que ha resultado casi tan buen funcionario como el inolvidable Estrada Cajigal, mi Cuau no renunciará porque aún puede dejar peor Cuernavaca.
Seguramente el INE, fiel a su naturaleza democrática, va a reforzar las normas electorales para que más gente como el de la joroba participen en los procesos electorales. Digo, ahí están nuestros deportistas que llegan a puestos políticos de elección popular.
Pero por favor, que sean deportistas olímpicos de esos que luego de mal hablar de don Alfredo Castillo al frente de la agencia de viajes de la Conade fueron a Los Pinos a servirle de tapete cuando fue ratificado por el licenciado Peña.
Digo, si ante los abrumadores resultados en Río el buen Alfredillo no fue echado a patadas, todo indicaría que el preciso se va a guardar los cambios en el gabinete. Así que aunque Moody’s haya bajado de la calificación de la deuda, no se arreglen las crisis políticas realmente existentes y se hagan declaraciones como la de que “los periódicos sirven para espantar moscas”, ni Videgaray ni Osorio Chong ni Chayito Robles perderán la chamba. Y del Nuño Artillero, el caos encarnado, mejor ni hablamos.
No hay duda de que para ser ratificado, además de llevar una buena dotación de comillas, Alfredo Castillo explicó al licenciado Peña que lo hackearon, pero que no lo volverán a hackear. m