“Mis canciones abren su propio camino; nunca busco intérpretes, decía mi madre”
A 100 años del natalicio de Consuelito Velázquez, su hijo, Mariano Rivera Velázquez, habla de la trascendencia de su obra, de su tema “Bésame mucho” y de la franqueza de no escribir canciones para complacer a los cantantes
El pasado 21 de agosto fue el centenario del natalicio de Consuelo Velázquez, cuya obra musical la ha inmortalizado en el mundo entero, especialmente luego de que su tema “Bésame mucho” ha sido grabado en diversos idiomas y por infinidad de intérpretes, entre ellos Los Beatles, Frank Sinatra, Pedro Vargas, Pedro Infante y Luis Miguel.
Su trascendencia ha generado diversos reconocimientos a la autora en el presente año, desde el pasado abril, cuando en el Palacio de Bellas Artes se le rindió un homenaje, festejo que seguirá con otra distinción que se le hará en el Festival Cervantino y con el disco Cien años para mi Consuelo, que Cecilia Toussaint está por estrenar, en el que ofrece su interpretación a la obra de la compositora jalisciense.
Su hijo Mariano Rivera Velázquez nos detalla al respecto.
¿La inspiración de Consuelito Velázquez no tiene caducidad? Así es, afortunadamente se siguen grabando sus canciones y siguen surgiendo nuevas interpretaciones, algunas de ellas sorprendentes, no nada más de “Bésame mucho”, sino también de sus otras canciones.
¿Cuáles son los temas que a últimas fechas le han grabado a la maestra? Aparte de “Bésame mucho”, afortunadamente continúa la multiplicación de interpretaciones y el interés por la música de mi madre, que continuamente se están renovando y difundiendo. Cecilia Toussaint está a punto de sacar un disco, que es el segundo volumen de la obra de mi madre, se llama Cien años para mi Consuelo, después del primer volumen que presentó en 2004, que se titula Para mi…Consuelo, en este nuevo material Mario Santos hizo los arreglos, y Cecilia hace unas interpretaciones verdaderamente novedosas, aunque respetando la letra y música de mi mamá.
¿Quiénes son los intérpretes que más trascendencia le han dado a esta obra? ¡Oh, qué difícil!, pero indiscutiblemente María Luisa Landín. Primero voy a hablar de los clásicos dentro de la obra de mi madre, Fernando Fernández, Emilio Tuero, Chela Campos, Andy Rossells, quien tuvo un éxito enorme con “Bésame mucho”, cuando la grabó por primera vez en 1944. Nat King Colé, Frank Sinatra, Los Beatles, Plácido Domingo, Pedro Vargas y Joao Gilberto, quien hizo una interpretación de “Bésame mucho” que le gustaba bastante a mi madre y a mí también. Otros de sus grandes intérpretes han sido Julio Iglesias, Pedro Infante, Vicente Fernández, Luis Miguel, Andrea Bocelli, Filippa Giordano, Cesárea Évora, Gualberto Castro, quien hizo una interpretación única de “Franqueza” y de “Amar y vivir”, Eugenia León, Fernando de la Mora y Ramón Vargas.
Ha citado varios títulos y muchos intérpretes, pero sin duda “Bésame mucho” es el más emblemático de la autora. ¿Cuándo lo escribió? En 1941 está registrado el tema e inmediatamente Emilio Tuero lo grabó, después Chela Campos y posteriormente Andy Rossell. El tema surgió porque mi mamá quedó muy impactada por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y lo primero que pensó fue en todas las parejas que se tendrían que separar, quizás para siempre. Aparte de que en lo personal, tenía una situación especial, porque había oposición de parte de la familia a su noviazgo con mi padre, Mario Rivera Conde, entonces ella se sentía en una disyuntiva, pero finalmente ambos triunfaron.
¿Qué tan complejo fue ser una compositora destacada y además representar a su gremio en una época en la que no era bien visto que una mujer destacara? Mi madre primero fue vicepresidenta, después presidenta del Consejo Directivo y luego fue presidenta honoraria vitalicia bajo la gestión del maestro Roberto Cantoral de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), aparte de haber sido socia fundadora. Mi madre hizo lo que sentía y lo que tenía que hacer.
Ella correspondió con un trabajo y una dedicación muy responsable, nunca pensó en ningún tipo de liberación femenina ni de que era mujer, simplemente hizo lo que le nació de su noviazgo con mi padre, Mariano Rivera Conde, con el corazón y lo que ella consideró que eran sus obligaciones. Así fue como se desarrolló, imponiéndose como la gran artista que fue, pero nunca militando por las causa feministas. Siempre pensó que la mejor bandera para las mujeres latinoamericanas era su propio trabajo.
¿Cómo era con su familia, que le inspiraba, cuándo escribía? Su labor creativa era muy secreta, muy personal y casi nadie se daba cuenta cuando estaba escribiendo algo, yo me daba cuenta porque empezaba a tocar ciertos acordes básicos, y todo lo llevaba en la memoria, letra y música.
Fue una esposa y madre francamente perfecta, cumplía con todas las labores domésticas, de un ama de casa, y con las labores del trabajo que, poco a poco, fue complicándole la vida, por las diversas responsabilidades que tenía entre su profesión y su cargo en la SACM. Es un verdadero misterio cómo pudo compaginar todo, sin descuidar nada, era una mujer perfeccionista, sin ser agobiante, sin molestar a nadie, se exigía lo máximo y predicaba con el ejemplo.
¿Cuáles eran sus aficiones, más allá de la música? Le gustaba mucho la pintura, el arte, la poesía, el cine. Le gustaba viajar, aunque ya estando allá, añoraba volver a México. Lo que más le importaba era la belleza del mundo, de la naturaleza, la belleza interior.
¿Dejó temas inéditos? Sí, hay varios, y además la mayoría están terminados, y poco a poco se irán dando a conocer, una vez que estén editados convenientemente. Pero lo más bello de la obra de mi madre es que ha sido adoptada por las distintas generaciones, un caso reciente es el de Zoé, que ha dado una nueva versión a “Bésame mucho”. Y así ha sido desde que empezó su carrera.
Sus canciones han tenido vida propia, mi madre lo decía: ‘Ellas se abren su propio camino, yo nunca ando buscando intérpretes, las canciones los van encontrando, todos los intérpretes que han grabado mi música han sido grandes y les agradezco a todos que se hayan interesado en mi música, espero que hayan recibido algo de lo mucho que yo he obtenido en la vida. También decía, si les gusta bien, y si no les gusta, pues también.
Apenas hace una semana su mamá cumpliría 100 años; sin embargo, los festejos siguen, luego de que iniciaron con un homenaje en Bellas Artes en abril. ¿Qué más se hará en su honor? Hace unos días la Fonoteca Nacional abrió un micrositio con la obra de mi mamá en su página, ahí se puede consultar videos y parece, porque no me lo han dicho oficialmente, que el 11 de septiembre va a haber la repetición de un homenaje que se le hizo el 15 de agosto de 2015, en el Teatro Degollado de Guadalajara, ese mismo espectáculo también estará presente en el Festival Cervantino.
¿Usted heredó el gusto por la composición? Sí, yo llevo la música por dentro, yo estudié arquitectura y soy pintor y escultor, estoy en el arte, pero más bien visual y plástico, pero toda mi vida he estado inmerso en la música gracias a Dios, tanto por mi madre como por mi padre Mariano Rivera, que fue el más grande director artístico en México. Lanzó a los más grandes artistas de México y entonces toda mi vida ha sido eso y esa combinación extraordinaria de música clásica con música popular, que a través del rigor, porque mi madre y mi padre siempre me enseñaron que hay que buscar la calidad, no importa el ritmo, ni el género, ni que las multitudes la canten mejor, lo que importa es que esté bien hecha y que sea bien interpretada.