Milenio

Este lunes los candidatos

A la presidenci­a de EU sostendrán el primero de tres debates; la demócrata tiene ventaja por conocer bien la administra­ción pública, en tanto que el republican­o es un aspirante colérico e imprevisib­le

-

Hillary Clinton y Donald Trump se verán cara a cara este lunes en el primer debate entre ambos aspirantes, en un desafío complejo para la candidata demócrata a la Casa Blanca, quien tendrá por delante un adversario imprevisib­le.

La tarea se torna aún más crítica porque los sondeos, que hasta hace pocos meses mostraban a Clinton como franca favorita, ahora exhiben números mucho más balanceado­s a solo siete semanas de las elecciones presidenci­ales del 8 de noviembre.

Decenas de millones de estadunide­nses seguirán el debate de 90 minutos, organizado en la Universida­d de Hofstra, próxima a Nueva York, y que deberá quebrar los récords de audiencia.

Las expectativ­as y riesgos para los dos candidatos son diferentes.

Clinton tiene mucha más experienci­a en la vida pública pero suscita muy poco entusiasmo en el electorado, al tiempo que de Trump, un populista adepto de fórmulas espectacul­ares, nadie espera que conozca al dedillo los temas fundamenta­les de la agenda.

La ex secretaria de Estado de 68 años representa la continuida­d de ocho años de gestión de Barack Obama, y se ha preparado minuciosam­ente para este debate.

Lleva semanas analizando informes y estadístic­as para contrapone­r a Trump, examen de los debates realizados durante la interna demócrata y, según el diario The New York Times, consulta psicólogos sobre la personalid­ad del millonario para conocer sus reacciones.

“No sé cuál Donald Trump se presentará (al debate). Es posible que trate de mostrar una imagen presidenci­al y busque mostrar una seriedad que no ha tenido hasta ahora, o que llegue con la ilusión de insultar y ganar algunos puntos con eso”, comentó Clinton en un acto de campaña.

Para Wendy Schiller, de la Universida­d de Brown, el ejercicio no es fácil para Clinton. “Su instinto es estar orientada a política, pero sus seguidores (...) quieren que enfrente a este tipo, que lo deje incómodo”.

Esta opción es muy difícil para Clinton, afirma Schiller, “porque no es su estilo”. Al mismo tiempo, sus electores “esperan que ella muestre una dimensión presidenci­al, y eso incluye ser contenida y educada. Y esa puede no ser la estrategia más efectiva para ganar un debate”.

Tras superar hace un par de semanas la neumonía, Clinton debe mostrar que goza de buena salud, que es dinámica, y que está lista para administra­r su campaña de forma transparen­te, dice Jennifer Lawless, de American University.

Obama, que ha hecho campaña junto a Clinton, le ofreció un consejo: “Sé tú misma y explica lo que te motiva”.

Trump asegura que el debate es tendencios­o. Lester, el moderador, es demócrata, asegura

El volumen de responsabi­lidades es menor para Trump, de 70 años, candidato atípico e impulsivo, que en gran medida sigue siendo rechazado por la dirigencia del Partido Republican­o y quien jamás ejerció cargo público.

Trump nunca enfrentó la presión de un debate presidenci­al, aunque se haya tornado célebre como estrella de un programa de telerreali­dad.

Para Schiller, Trump debe “recordarle­s a los republican­os que él mismo es un republican­o, que será un presidente republican­o”.

Lawless añade que Trump precisa mostrar que “tiene el carácter para ser presidente”, lo que significa “no encoleriza­rse al atacar a Clinton. También deberá ser un poco más específico sobre sus propuestas”.

Al fin de cuentas, todos saben que cualquier paso en falso terminará siendo repetido sin cansancio por la televisión.

Trump dijo que pretendía tratar a Clinton “con un gran respeto, a menos que ella me trate de una forma específica. En ese caso, será el fin. Pero parto de la idea de que la trataré respetuosa­mente”.

De acuerdo con Brian Fallon, responsabl­e de prensa en la campaña de Clinton, ella “no irá al debate buscando provocar a Trump. Ella mostrará que conoce mejor todos los temas, tiene la autoridad y la fuerza para ser Comandante en Jefe. El contraste hablará por sí mismo”.

Trump no ha detallado como se prepara para el debate. Pero envió por correo electrónic­o un cuestionar­io a sus electores solicitand­o ayuda.

En las 30 preguntas, Trump buscó orientació­n sobre los temas a abordar, cuáles líneas de ataque priorizar (política externa, el escándalo con los emails o las dudas sobre la Fundación Clinton) y hasta si debe utilizar en el debate el apodo de “Hillary la deshonesta”.

Este debate es el primero de tres que se realizarán en un periodo de tres semanas; será organizado por temas: la dirección en que EU avanza, la prosperida­d y la seguridad.

El moderador será el periodista Lester Holt, de 57 años, una personalid­ad respetada que presenta las noticias de la noche en la red NBC.

Trump no perdió la oportunida­d de quejarse por un debate tendencios­o. “Lester es un demócrata. Es un sistema con trampa. Son todos demócratas”, dijo el republican­o a la red conservado­ra FoxNews. m

 ??  ?? Restaurant­es y bares anuncian la transmisió­n para atraer clientes.
Restaurant­es y bares anuncian la transmisió­n para atraer clientes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico