LA CONDESA

Esta semana se confirmó que la colonia Condesa dejó de ser el paraíso y de solaz esparcimiento que todos pensaban: ahora resulta que es más peligroso ir ahí que meterse a Tepito desnudo a las 3 de la mañana. En apoyo a sus habitantes, recomendamos tomar l

Si vive la vida al extremo y a pesar de todo está pensando rentar en la zona, ponga atención: la renta más barata ahí es de 13 mil pesos por un cuarto de servicio sin ventanas y con baño comunal, así que cualquier cosa de menor precio seguramente es una sucursal de Iztapalapa. Aunque al parecer, allá son más decentes que los que amenazaron a don Rafael Pérez Gay y a don Héctor de Mauleón. ¡Sale mejor vivir en la Oriental! Si ve algún comportamiento extraño, repórtelo a la policía. Si su vendedor de cupcakes callejero le quiere vender cada pieza a 150 pesos, sospeche: lo va a tratar de convencer de que está hecho con leche orgánica, chocolate traído del lejano oriente e ingredientes libres de transgénicos, pero si sabe a mantecada Tía Rosa, es seguro que traiga droga. Sea cuidadoso al viajar por sus calles: si utiliza motoneta, es mejor que cargue a su perro guardián en el asiento trasero pa’ que le de una tarascada a los delincuentes ¡mordida legal! La Condesa es una colonia así que nadie puede quejarse si en vez de sacar a pasear a un solo perrito, sale con una jauría: es mejor ir bien protegido cuando vaya a comprar su capuchino latte con leche de soya, que regresar sin monedero. Recuerde que debe sospechar de todos: si su mesero argentino se emociona cuando el América mete un gol, no confíe en él. Si el acomodador de autos no quiere propina, es que no es de la zona. Si el menú de su restaurante favorito tiene precios populares, peor tantito, seguro está lavando dinero. Si el barista le ofrece café Dolca o café Oro, ni lo dude: ese tipo es de alta peligrosidad.