Milenio

En el Clásico, ni un remate a gol

América fue incapaz de lanzar un balón que amenazara el arco de Rodolfo Cota, ni cuando el juego estuvo empatado y menos en la necesidad de alcanzar a Chivas

- Higinio Robles León/ Ciudad de México Vázquez desvía el balón antes de que Oribe pudiera rematar

Hasta el sábado, una parte de la crisis de América se justificab­a en la falta de contundenc­ia, desde el club se valoraba que el equipo generaba ocasiones y que era cuestión de estar más finos de cara al arco contrario. Se decía que en cada compromiso se había dispuesto de jugadas que pudieron tener mejor fin, que era cuestión de afinar la puntería.

Existía un dejo de razón en ese argumento, pues en los partidos que había disputado América, hasta antes del Clásico, había dispuesto de al menos un par de ocasiones para marcar. Hasta eso se perdió en el duelo contra las Chivas.

En el Clásico Nacional, el partido más importante para el americanis­mo, ante el rival más odiado deportivam­ente, el equipo de Ricardo La Volpe fue incapaz de chutar a gol una sola vez. Ni un solo balón puso América bajo los postes de Rodolfo Cota, es más, no generó una acción en la que siquiera haya exigido que el portero tuviera una intervenci­ón.

Así como las tareas defensivas son responsabi­lidad de todos, con las ofensivas ocurre lo mismo. Hay ocasiones que pueden nacer desde la misma portería, con un despeje del arquero, pero no pasó, incluso Marchesín —el mejor hombre del conjunto azulcrema el sábado— erró en algunas salidas, dividió la pelota y Chivas ganaba la bola.

Después, todo el aparato ofensivo de las Águilas no carburó, no articuló una ocasión que llevara a cualquier jugador a plantarse con posibilida­des de marcar un gol que abriera el marcador o que después empatara el mismo. Lo más destacado a nivel ofensivo de América en los albores del juego fueron dos arribos de Miguel Samudio por la banda izquierda, uno lo cortó a tiempo el Gallito Vázquez y el otro Jair Pereira. Luego, el lateral paraguayo fue perdiendo proyección se amarró en las tareas defensivas hasta que se fue expulsado. Gil Burón, el lateral derecho, no se proyectó ni una sola vez, cuando pisó el campo contrario lanzó un par de centros que fueron rechazados. A los centrales jamás se les encontró en alguna pelota parada, ni Goltz ni Aguilar pudieron hacer daño en algún saque de esquina o en un tiro libre a favor.

Los mediocampi­stas tampoco pudieron generar alguna llegada de peligro, Güémez tuvo mucha tarea defensiva y cuando pisó el campo rival fue para tratar de anticipars­e y no para generar alguna acción de peligro. Por las mismas anduvo William, el brasileño es más técnico, pero tampoco pudo manifestar eso, tuvo más esfuerzo defensivo que ofensivo, vio la amarilla al 40’ por cortar una acción que amenazaba con convertirs­e en una contra peligrosa.

Ibarra fue el único que registró un disparo que buscó causar peligro, ocurrió hasta el minuto 42, cuando el ecuatorian­o (que pasó por todas las posiciones de la banda derecha) encaró a Osvaldo Alanís, lo dribló y cortó hacia el centro y sobre el filo del área grande disparó con la pierna izquierda, pero el balón se fue por encima del travesaño.

Michael Arroyo volvió al cuadro titular, se esperaba que el ecuatorian­o inyectara una dosis de desequilib­rio, puras buenas intencione­s, le tocó bailar con el Chapo Sánchez y el lateral de Chivas ganó todos los duelos individual­es. Arroyo careció de balones porque no hubo asociacion­es entre los mediocampi­stas y los ofensivos.

Oribe Peralta fue el eje de ataque, el Cepillo batalló, pero no tuvo ni una sola pelota a modo, solo alcanzó a rematar un centro al minuto 57, pero la bola se fue por encima del travesaño.

La expulsión de Samudio (51’) condicionó el accionar ofensivo; Mares relevó a Arroyo para mantener la línea de cinco, el lateral tampoco pesó en ofensiva, cobró alguna pelota detenida, pero no encontró buen destino.

Darwin ingresó por Burón al 56’, pero el colombiano tampoco fue un faro. El joven atacante de la Sub 20, Ricardo Marín debutó en Primera División, entró de cambio por Güémez al 63’, pero el chico tampoco fue una solución.

Silvio Romero se quedó en el banco, el Chino que en la fase regular del Apertura 2016 marcó 10 goles, no se despojó de la casaca de suplente.

Hace una semana había cierta serenidad en Coapa, creían que con una dosis de fortuna podrían encontrar el gol, el problema se agravó en el Clásico Nacional.

Estamos dolidos con la afición, pero no podemos hacer más para remediarlo, hay que levantar la cara”

 ??  ?? Oribe Peralta, en el juego contra Guadalajar­a
Oribe Peralta, en el juego contra Guadalajar­a
 ??  ?? El Gallito
El Gallito

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico