“Ya nos chingamos al Estado”, dice hija de Jacinta Francisco
“No debe haber inocentes en la cárcel y mucho menos culpables impunes”: Cervantes
En un acto justicia, el procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, ofreció una disculpa pública y reconoció la inocencia de las indígenas hñáhñú Jacinta, Alberta y Teresa, quienes en 2006 fueron acusadas de secuestrar a seis elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), en Querétaro, perdón que ellas dijeron no les devolverá el tiempo perdido ni resarcirá el dolor que les causó estar presas por más de tres años.
Cervantes coincidió con las mujeres en el sentido de que nada les podrá devolver el tiempo, pero señaló que este es un acto de justicia por los agravios que cometió la PGR; enfatizó que no debe haber una sola persona inocente en la cárcel y mucho menos una persona culpable impune.
Ante funcionarios y ex servidores públicos que contribuyeron a cambiar el destino de las mujeres, Cervantes se mostró en algunos momentos desconcertado durante su discurso, pues fue interrumpido por los gritos que lanzaron algunas personas que exigieron que se revisaran sus casos, entre ellos el de un médico, quien fue presuntamente torturado por marinos.
Si bien Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara se ganaron los aplausos de los asistentes, al demandar que no se siga criminalizando a las mujeres, a los indígenas y a los pobres, el momento más emotivo ocurrió cuando Estela Hernández Jiménez, hija de Jacinta expresó: “Ya nos chingamos al Estado”. El comentario propició exclamaciones de júbilo.
La joven maestra aprovechó para arremeter contra funcionarios, particularmente aquellos que solo se preocupan por el monto que se deberá pagar a su mamá y a las otras dos mujeres por concepto de reparación del daño: “No se preocupen, no nacimos con él (dinero) y no moriremos con él (dinero)”.
Estela dejó claro que ella no quería asistir al acto en el auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de Antropología e Historia, pero tenía que cumplir con una obligación legal.
El dinero que se le entregue a su mamá, abundó, será para pagar las deudas que les provocó contratar en un principio abogados particulares que les “robaron”, litigantes a los que exhortó no ser “mediocres” y que “no abusen del dolor ajeno”.
En el evento, que no es el primero donde el Estado ofrece disculpas, pero sí el de mayor difusión, participaron la ministra decana de la Suprema Corte Olga Sánchez Cordero, quien en su momento atrajo el caso; el ex gobernador de Querétaro y actual titular de Sagarpa, José Calzada Rovirosa, quien las apoyó; el ex presidente nacional del PRI Manlio Fabio Beltrones y Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Las sentencias que ordenaron el acto de reconocimiento de inocencia y disculpas datan de 2013 y 2014.
SUS VOCES
“Nuestra familia sufrió mucho por no tener recursos para sacarnos (de la cárcel), la vida nos cambió por completo en estos 11 años de lucha... Para mí, esta disculpa pública es una gran victoria”, expresó Teresa González.
“En el Cereso pasé humillaciones con las custodias y compañeras por ser indígena y pobre; viví cosas muy difíciles, como estar separada de mi familia; tocamos muchas puertas y nadie nos hacía caso... señor procurador, espero que no se la última de una disculpa pública. Hay muchas víctimas como nosotras, espero que sus colaboradores trabajen bien. Y con la disculpa pública no me devuelve el tiempo perdido”, manifestó Alberta Alcántara. “Por decir la verdad, me llevaron tres años a la cárcel... en este momento yo no estoy para estar muy contenta (por la disculpa), ni estoy para decirle... ojalá que otras personas sean escuchadas y haya justicia”, dijo en su poco español Jacinta Francisco.
VEN AVANCE
Mario Patrón declaró que este fue un acto de “esperanza”, gracias a la dignidad de tres mujeres que decidieron alzar la voz contra la injusticia y luchar contra un acto corrupto.
Por su parte, Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, consideró que este evento se debería interpretar como un primer paso a la justicia. “Es un paso positivo, es un paso importante y ojalá se vea reflejado, también en la actuación, no solo en la PGR”.
El ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, destacó que las disculpas públicas representan que “ganaron ellas, ganó la justicia”. Destacó que no fue “un acto gracioso, sino un acto de justicia”, porque “hoy se encontró sensibilidad” de parte de las autoridades. M