AI: Trump envalentona a los líderes autoritarios
El secretario general, Salil Shetty, lamenta la “demonización” que hacen de migrantes líderes ultraderechistas de naciones europeas
El secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty, consideró que el presidente de EU, Donald Trump, tiene contrapesos en su país, pero el problema es que sus políticas “alientan y legitiman” a líderes de países autoritarios.
Shetty denunció que aunque “los tribunales y los medios de comunicación están alerta” en EU, las iniciativas de Trump dan aliento y legitimidad a las de (Abdelfatah) Al Sisi en Egipto, (Recep) Erdogan en Turquía o (Vladímir) Putin en Rusia, “y esa gente machaca a sus ciudadanos”.
Amnistía Internacional difundió en París su informe anual, en el que alertó de la “política de demonización” se impone en el mundo, lo que causa un retroceso general en los derechos humanos y una ausencia de reacción ante las atrocidades.
Para Shetty, 2016 estuvo marcado por dos hechos novedosos: que el abuso de derechos humanos habitual en países autoritarios se ha contagiado a otros con gobiernos elegidos democráticamente, y que este fenómeno ha comenzado a impregnar a los países más poderosos del mundo.
Citó los ejemplos de países como Filipinas, Hungría, EU o Reino Unido con el brexit como prueba de que el fenómeno debería ser “una llamada de atención para todo el mundo”, y más en un momento en que las opciones ultranacionalistas y xenófobas tienen opciones de victoria en los comicios de Francia u Holanda. “Estos demagogos están abusando del enfado ciudadano y manipulándolo. Exacerban los sentimientos nacionalistas y hacen de los inmigrantes y los extranjeros chivos expiatorios, presentándolos como si ellos fuesen el problema y expulsarlos fuese la solución. Es ridículo. “Los ciudadanos tienen buenas razones para estar enfadados, ya que sus líderes no han rendido cuentas, la desigualdad ha crecido masivamente y las instituciones, ya sean el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o los gobiernos, están fracasando”.
Una de las grandes preocupaciones de AI es el arrastre que producen los nuevos liderazgos xenófobos sobre partidos que “normalmente eran pro derechos humanos, pero que se mueven cada vez más a posiciones contrarias, porque quieren sonar como Marine Le Pen o Geert Wilders”, líderes ultraderechistas de Francia y Holanda. “No hay término medio en los derechos humanos: o los apoyas o no, porque esos son los valores fundacionales de la Unión Europea. Cuando empiezas a ceder con la esperanza de conseguir más votos, ni ganarás las elecciones ni ganarás a tu país. Si tratas de parecerte a Wilders, la gente le votará a él, nunca vas a reemplazarlo”, dijo. m