La importancia de la sucesión en el Banxico
Es una muy buena noticia que el doctor Agustín
Carstens permanezca como gobernador del Banco de México hasta noviembre de este año; consecuentemente, el Presidente de la República tiene la gran responsabilidad de proponer al mejor sucesor posible para reemplazar a Carstens. Enfrentamos un momento crítico en el que los choques externos, sobre todo por lo que hagan la Reserva Federal y Trump, aunados a los riesgos internos, amenazan el crecimiento y hacen vulnerables las finanzas públicas; por lo tanto, el nuevo banquero central tendrá una responsabilidad mayúscula ante tan adverso panorama. Tiene que llegar una persona cuyas credenciales, currículum, prestigio y experiencia le den la mayor certeza posible al manejo de la política monetaria, al mercado financiero nacional e internacional; hoy más que nunca está prohibido nombrar a un “cuate” o a un político amigo del sistema, porque simplemente sería un ingrediente más para detonar la tan mencionada baja de calificación y posible complicación de la situación de nuestro país. Los mercados financieros quieren ver a un sustituto que infunda credibilidad y que entienda el momento crucial que se vive, así como la difícil labor de llenar los zapatos de Carstens; de aquí la importancia de la designación de su sustituto en el cercano plazo; existen personas de sobra que cumplen con los requisitos mencionados, ojalá y así lo vea el Presidente.
El Banco de México no es un barco a la deriva, ni tampoco
Carstens es un cobarde que lo abandona; sus razones personales —muy válidas— para irse del país y haber aceptado otro reto. Banxico es un barco que requiere un capitán que sepa navegar en aguas turbulentas y enfrentar las tormentas que se susciten, por lo que al resolver bien esa designación nos quitaremos una preocupación de manera favorable. Habrá que atender una larga lista de pendientes que tiene que solucionar acertadamente este país, donde, gracias a Dios, nada tiene que ver el enemigo número uno, que es el presidente de Estados Unidos.
Aplaudo la decisión de aplicar una fórmula diaria para calcular el precio de la gasolina con el fin de eliminar los subsidios que ponen en riesgo los ingresos de la Federación, medida que me parece justa y más entendible para la gente, donde el tipo de cambio y el precio internacional de la gasolina en Houston (que es una referencia mundial), sean las variables que determinen el precio diario en México. Es importante señalar que esa fórmula nos puede llevar a precios menores, pero también a más altos de los que hoy tenemos.