RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA SONORA
La música viaja rápido, pero hay ocasiones en las que se aletarga, se pierde, no encuentra receptores cuando finalmente llega a su destino. Cuando parece perdida, sin esperanza, de pronto alguien la toma y comienza un nuevo viaje a cuyo término encuentra una alma salvadora que, tocada por sus efluvios, nuevamente la pone a circular.
Así puede describirse lo que aconteció con la música electrónica mexicana de fines de los setenta, principios de los ochenta, una cauda de sonidos que durante años ha sido legado de unos cuantos y forma una de las páginas menos conocidas del rock de estas tierras, música que viajó de México a Portland y de allí a Alemania para cristalizar en Mexican Cassette Culture. Recordings 1977-1982, box set que consta de seis viniles editado por el sello alemán Vinyl on Demand y que reúne obras, algunas de ellas inéditas, de Krol Voldarepet Knact Didáctico, Aristeo (Sonora), Vía Láctea, Oxomaxoma e Hilozoizmo (además de una caja en edición limitada de tres elepés dedicados a Vía Láctea, de los cuales dos aparecen en la primera).
En esta historia hay un par de figuras importantes: Alejandro Ceballos Gastelum y Archie Patterson. El primero es oriundo de Ciudad Obregón, Sonora, pero vive desde hace 20 años en Portland, Oregon, ciudad en la cual colabora como productor en KBOO, 90.7 FM, radiodifusora pública. En su programa La Ruleta, que se transmite el segundo y cuarto viernes de cada mes, de 20 a 22 horas, programa “principalmente, pero no exclusivamente, de música mexicana, sudamericana y española subterránea, no comercial, poco conocida, de producciones y compañías independiente” de géneros como jazz, rock, experimental, blues y electrónica, entre otros.
Un día, Arturo Romo, ex integrante de Oxomaxoma,le mandó unos ejemplos sonoros de Krol Voldarepet, una de las primeras agrupaciones de Arturo Meza cuando éste aún seguía los caminos experimentales. Ceballos programó esta música en una emisión llamada A Different Nature y luego la posteó en el sitio web de KBOO. Frank Meier, fundador del sello alemán Vinyl on Demand, ya tenía conocimiento de esa cinta y se topó de nuevo con esa música que lo volvió a cautivar y lo llevó a contactar a Ceballos.
Así comenzó un periplo que duró cerca de año y medio y en el cual participó activamente Archie Patterson, melómano que en 1971 inició la transmisión de un programa llamado
Eurock. Con el tiempo esa emisión se transformó en una revista dedicada a la música progresiva, experimental y sinfónica, y para los años ochenta se había constituido en una distribuidora de
discos a escala mundial. Fue él quien luego de una visita de Carlos Alvarado, tecladista de Vía Láctea y Chac Mool, comenzó a distribuir a nivel internacional los primeros balbuceos de la música electrónica mexicana. En las páginas de su revista comenzaron a aparecer esporádicas notas del trabajo desarrollado por Decibel, Vía Láctea, Luis Pérez y Oxomaxoma, entre otros.
Mexican Cassette Culture es la caja número 148 en el catálogo de la discográfica y será una de las últimas que se editarán pues su dueño ha anunciado que en 2017 se retirará, luego de reponer en circulación obras que de origen aparecieron en cassete o en ediciones limitadas.
Meier escribe en la página web de VOD acerca de la edición de marras: “No hay nada que se escuche como lo que oirás cuando reproduzcas estos artefactos largamente perdidos. De hecho, la música nunca sonó tan bien luego de la excelente restauración sonora que hizo Jos Smolders de Earlabs. Este box set ofrece una prueba irrefutable de que la música es un arte que trasciende el tiempo así como las barreras culturales y geográficas”.
Dos y medio elepés están dedicados a Vía Láctea, uno a Oxomaxoma, otro al fallecido Aristeo y el último a Voldarepet. La mitad de un elepé incluye una improvisación con Carlos Robledo, Walter Schmidt (Decibel), Henry West, Marco Antonio Godínez (Krol Voldarepet) y Carlos Alvarado al cierre del Primer Encuentro de Rock en Oposición, celebrado el 8 de octubre de 1979, polémica presentación que estuvo a punto de terminar en trifulca luego de que Krol Voldarepet presentara “El Oratorio para los presos politicos dedicado al Che Guevara”, un performance que fue demasiado experimental y provocativo para los asistentes, historia que se narra en las 24 páginas del libro que acomapaña la edición de esta caja histórica para el rock mexicano.