¿Va en serio el canciller Videgaray?
Se las han hecho una y otra vez. Un tuit, una declaración, una orden ejecutiva antes de una reunión. Esta semana, igual. Dos memorandos brutales, hostiles, sobre política de arresto y deportación de migrantes antes de la visita de los secretarios de Estado y Seguridad Interna.
Como suele suceder en otros asuntos, los subordinados de Trump tratan de suavizar, como pueden, los hechos. Ayer lo intentó John Kelly en Guatemala. Pero su firma es la que está en los memorandos de lineamientos de la nueva política de arresto y deportación. Sus subordinados han recibido la orden, más allá de sus declaraciones. Las órdenes de ayer, insisto, firmadas por Kelly, son una declaración de guerra para millones de mexicanos. Frente a eso, ¿qué hará hoy el gobierno? Ayer el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, dijo, respecto de una parte de los memorandos: “Si el gobierno de Estados Unidos insiste en que quiere deportar a México, o que quiere enviar a México personas que no son de nacionalidad mexicana, México no tiene por qué recibirlos y en ese momento iniciaríamos un proceso de exigirle en cada caso, que acredite la nacionalidad de la persona que está enviando a México. Sería una acción de carácter unilateral inaceptable que los propios Estados Unidos no aceptarían, no tendríamos nosotros por qué aceptarla, nosotros también tenemos control sobre nuestras fronteras, y lo ejerceríamos a plenitud, es un derecho soberano de México”. No está mal. Ahora, eso necesita acciones: primero una orden de la Secretaría de Relaciones para que los consulados dejen de hacer la especie de certificación de nacionalidad que hoy hacen, a la ligera, en centros de detención y por la cual ya se vuelven “deportables”.
Necesita también exigir a la autoridad estadunidense no poner en la puerta de la garita a nadie que no tenga documentos que lo acrediten como mexicano y si no tiene papeles, pues no entran, como no los dejan entrar a EU.
Es decir, que la frase de que Estados Unidos “acredite” la nacionalidad de quien deporta sea de verdad. Y que la carga de la prueba esté donde tiene que estar.
Esto es lo que viene proponiendo hace varias semanas Jorge G. Castañeda. Si en verdad México no recibe más que a mexicanos documentados, haría, en términos reales, imposible lo que los memorandos anuncian.
Eso necesita decirlo mañana Videgaray frente a Kelly, y en público.
Si va en serio. Si no, pues no. M