¿Alguien en México extrañará a Preet Bharara?
Si estuviera en nuestro país, Preet Bha- rara hubiera sido el delegado de la PGR en Monterrey, Guadalajara o CdMx, el puesto que hoy tiene Armando del Río Leal.
Pero Bharara fue una de las figuras más prominentes a las que Donald Trump pidió su renuncia entre otros fiscales federales de EU. Él encabezó —hasta hace unos días— la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, una superoficina en Manhattan entre cuyas tareas estaba la persecución de delitos de cuello blanco en Wall Street, así como crímenes globales como lavado de dinero, asesinatos de impacto, trata de personas o investigaciones contra capos de la droga.
Pero el también conocido como “el hombre que aterroriza a Wall Street” no se limitó, en el caso de sus clientes mexicanos, a narcos o mafiosos comunes... Por sus oficinas pasaron los expedientes del nauseabundo caso Oceanografía-Citigroup, en el cual Bharara implicó a Banamex en un fraude por 400 mdd por supuestos préstamos a la proveedora de Pemex.
Asimismo, en su oficina se cocinó, a fines de 2016, una acusación contra una banda internacional que obtenía reembolsos fiscales del gobierno mexicano y que llegaron a más de 100 mdd. En ese episodio, Preet Bharara dijo que los seis acusados “utilizaron el sistema bancario de EU para perpetrar un esquema internacional para defraudar, que esquilmó al gobierno mexicano de ingresos fiscales sustanciosos y que involucró prácticas de lavado de dinero”. Los fiscales estadunidenses siguieron las pistas de los defraudadores por más de cinco años en un complejo esquema de compraventa de equipo de telefonía donde se falsificaba el valor de su exportación a EU, obteniendo jugosos dividendos por los beneficios fiscales otorgados a exportadores por parte del gobierno mexicano.
Otros casos de delitos de cuello blanco que Bharara persiguió involucraron a gigantes como JP Morgan Chase: el banco aceptó no haber actuado contra el tristemente célebre Bernie Madoff, quien perpetró un enorme fraude de pirámide por miles de millones de dólares. JP Morgan tuvo que pagar 1.7 mil mdd para que le retiraran los cargos.
Asimismo, fue el fiscal que llevó el caso del Mercader de la Muerte, el traficante ruso de armas Viktor Bout, sentenciado de por vida por sus tratos con dictadores africanos y sudamericanos.
Quien quizá no lo va a extrañar tanto es Sean Penn, a quien Bharara investigó por la visita que hizo en 2015 a Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
Aunque el caso no prosperó, trascendió que la oficina de Bharara había pedido una orden para analizar las llamadas de Penn en su teléfono celular. M