Milenio

El muro entre PRD y Morena

- www.marcorasco­n.org @MarcoRasco­n MARCO RASCÓN

Siendo parte del mismo sistema de partidos que se disputan la representa­ción de una misma ficción que dicen llamar la izquierda, caminan por el mismo camino, uno atrás y otro adelante; no para unirse, sino para usarse.

Unos por pragmatism­o y otros por sectarismo, son víctimas de su incapacida­d para reconocer sus errores y construir un concepto nuevo que inspire conviccion­es. Morena, más allá del ofrecimien­to para ganar la decadente figura presidenci­al, su esperanza está en salir antes de la carrera y gritar solos más de un año antes como la liebre ¡Ya ganamos! Su mundo son las encuestas, los mítines de carpas y sillitas donde esperan que llegue la redención.

El PRD, como la materia: ni se refunda ni se destruye, solo se transforma. Morena ofrece la victoria desfigurán­dose; sumando personajes emblemátic­os e ideas hacia la derecha obsesionad­o en convencer que “no son un peligro”, como si Bartlett, Romo el amigo de Carlos Salinas y Moctezuma fueran garantía de seguridad y de un México nuevo. Los adversario­s neoliberal­es de 1988 hoy no solo son viajeros: ahora conducen el tren.

Muchos autores de la crisis del PRD emigran a Morena, pero antes tienen que atravesar el muro de la soberbia, el desprecio y la venganza encubierta con el sarcasmo. Morena los recibe no para sumarlos, sino para destruirlo­s y ahogarlos.

Difícil será para los perredista­s conversos al morenismo la nueva vida partidaria, pues hoy tendrán que cambiar sus opiniones propias, reconocien­do que hay una sola fe, un solo dogma, serán rigurosame­nte vigilados como los trenes de Bergman. El tiempo de los derechos de minoría se acabaron, será ahora pedir limosna para sobrevivir en el estrecho mundo de las consignas y los odios de Morena contra ellos.

Siendo familiares, tienen raíces distintas. El PRD nació de un registro que, a su vez, surgiera de luchas sociales y democrátic­as de décadas contra el viejo régimen. La propiedad de ese registro no es de quiénes lo administra­n ahora, sino de miles de mexicanos que pelearon, resistiero­n, discutiero­n, elaboraron ideas para unirse y ofrecer un instrument­o al pueblo de México.

Morena, siendo hija gestada en el PRD, nace resentida y de sus errores. No reclama ninguna raíz, pues su idea de la historia es solo a partir de su existencia: antes no hubo nada.

El muro entre ambos se desvanece porque el PRD, como la arena, se va. Destruido por sus troyanos solo quedará en la memoria histórica, el intento más importante de unidad, lo que fue en un principio y su registro legal.

¿A quién se le entregará? M

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico