Fronteras
los “temores de que el imperio de la ley desaparezca si se da espacio al islam”.
En tanto, el primer ministro, Mark Rutte, candidato a un tercer mandato al frente del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, liberal), se mostró un tanto cansado, incluso dio la impresión de estar influido por la gestión del gobierno en la crisis diplomática con Turquía. Pero aseguró que lucha para evitar que la ultraderecha se convierta en la fuerza política imperante en Holanda.
Las elecciones en Holanda se consideran como un barómetro del ascenso de la extrema derecha en Europa en este año de elecciones en varios países europeos como Francia y Alemania.
En los últimos sondeos, publicados justo antes del último debate, se muestra que el diputado antiislam Geert Wilders sigue perdiendo terreno y en las elecciones de hoy lograría entre 19 y 22 escaños de los 150 que tiene la cámara baja del parlamento. Mientras que el VVD, como favorito, iría por 24 a 28 escaños, lejos de los 40 actuales.
Sobre la tensión diplomática con Turquía, iniciada por la prohibición en Holanda de manifestaciones públicas sobre el referendo del 16 de abril (que prevé reformar la Constitución turca), el primer ministro Rutte afirmó, ante las amenazas del gobierno turco, que “el tono del presidente Recep Erdogan es cada vez más histérico e inaceptable”. m