Por qué Paloma Merodio debe retirar su candidatura al Inegi
Una de las características principales de este gobierno es el nombramiento de personas cercanas al primer círculo del Presidente en puestos para los que no califican. Dos ejemplos en el último año: Virgilio Andrade es hoy titular de Bansefi y Luis Miranda de Sedesol.
Ninguno tenía experiencia previa en el ramo, pero ambos han sido útiles para el Presidente en tiempos de apuros. Andrade ahora recibe un premio —150 mil pesos mensuales— y Miranda un encargo: operar programas sociales en tiempos electorales.
A ambos se suma un puesto más, que para ocuparse sí tiene requisitos legales estrictos. Vale la pena subrayar: requisitos legales estrictos. Se trata de la vacante en una de las vicepresidencias del Inegi, organismo au- tónomo encargado de la estadística nacional.
Los requisitos existen porque el Inegi toma decisiones técnicas con repercusiones históricas. Es el órgano que mide los problemas nacionales y su gravedad. Al mismo tiempo es un registro inigualable para la posteridad: nos dice cómo es México en un periodo determinado.
Por eso preocupa mucho la nominación de Paloma Merodio, funcionaria de Sedesol, para ocupar el puesto.
Merodio no cumple con lo que pide la ley para ser nombrada vicepresidente. Más grave aún, ella (o quien la propuso) presentó un currículum deshonesto para violar el requisito. Solo eso debería ser motivo para desechar su nominación (ver aquí un desglose de su CV: http://bit.ly/2mTEKyB).
Sin embargo, su nombramiento sigue en espera de aprobación en el Senado.
Incorporar a Merodio a uno de los pocos organismos nacionales que goza de credibilidad sería crear una bola de nieve que tendrá repercusiones en el resto del Estado mexicano. De aprobarla, los perfiles ya no deberán cumplir con la ley. A los candidatos se les aceptarán documentos falsos como buenos.
Por dignidad, Merodio debe retirar su candidatura al Inegi. De no hacerlo, el Senado debe desecharla de inmediato para no ser cómplice en la destrucción de nuestras instituciones. Es su deber mínimo.