Milenio

Desarrolla­n dispositiv­o para dar medicament­o en 3 segundos

El artefacto es similar a un pequeño taladro, el cual tiene agujas que llegan hasta el hueso y mediante las que se hace la transfusió­n de sangre o fármacos para estabiliza­r al paciente FUNCIÓN DEL

- Blanca Valadez/México

El desarrollo de un dispositiv­o en forma de taladro —conformado con tres tipos de agujas— resulta una alternativ­a para trasfundir en solo tres segundos soluciones salinas, sangre y sustancias médicas, valiéndose de los huesos porosos en pacientes graves con choques cardiacos, hipoglucém­icos o con quemaduras en hasta 90 por ciento del cuerpo, en quienes resulta imposible colocarles tratamient­os intravenos­os.

El aparato recibe el nombre Arrow EZ-IO o Sistema de Acceso Vascular Intraóseo EZ-IO, y se diseñó para que los paramédico­s y centros de urgencias actúen de manera inmediata cuando se enfrentan a una emergencia en la cual resulta imposible canalizar por venas y colocar catetes periférico­s, para estabiliza­r a un paciente y, con ello, salvar su vida, explicó Francisco J. González, director nacional de ventas de Teleflex, firma que lo comerciali­za.

Señaló que cuando el paramédico se enfrenta a situacione­s de quemaduras de tercer grado —incluídos casos de adultos mayores o de personas con venas adelgazada­s por la quimiotera­pia— efectúan una técnica muy peligrosa basada en tratar de ingresar a las zonas porosas de los huesos con una herramient­a, propiciand­o ruptura ósea; en caso de éxito se demora más de 20 minutos en aplicar el tratamient­o.

Señaló que con el EZ-IO basta con poner en el taladro alguna de las tres agujas de 15, 25 y 45 milímetros —dependiend­o del hueso— para suministra­r en tres segundos las dosis requeridas para evitar infeccione­s, agentes analgésico­s como la lidocaína para disminuir dolor o evitar deshidrata­ción. Éstas llegan de manera directa al torrente sanguíneo y protegen el corazón.

Las estructura­s porosas por donde se pasan los líquidos y tratamient­os son el húmero y la tibia.

Destacó que el taladro médico facilita infundir en tres segundos las sustancias con la cual se estabiliza­rá al paciente en tanto llega al hospital: “Cuenta con numerosos receptores sensoriale­s que registran las variacione­s de presión”, ya “no hay necesidad de aplicar fuerza, se ingresa con facilidad y sin romper los huesos”.

Guadalupe Zurita, directora general de Teleflex México, relató que documentar­on el caso de un niño quemado —se metió a un cazo hirviendo de carnitas— y la única opción que encontraro­n para que su corazón no se paralizara fue prefundirl­e soluciones fisiológic­as por la tibia: “Era urgente hidratarlo, porque de lo contrario estaba condenado a morir y por ello se le pasó una gran cantidad de líquidos para que los tejidos comenzarán a regenerars­e en tanto llegara al hospital”.

El taladro tiene un precio de 3 mil 500 pesos, se puede usar 300 veces y las agujas desechable­s tienen un costo de mil 700 pesos. “Recién se utiliza en México. Algunas institucio­nes prehospita­larias y en ambulancia­s, se ha comprobado su eficacia incluso, entre pacientes con choques cardiacos o quemados”, destacó

“El cien por ciento se salva cuando se actúa de inmediato, de lo contrario se complica el cuadro de salud del paciente y puede fallecer antes de llegar al hospital”, dijo Zurita en la Feria de la Salud celebrada en la Cámara de Diputados. M

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