China, con el mercado digital más dinámico
En 2016, 731 millones de personas pasaron a estar en línea; 95% ingresó a internet vía sus teléfonos
Cualquiera que considere que China solo desempeñará el papel de ponerse al día en la tecnología con Occidente debe observar alrededor del Metro de Shanghái y pensarlo de nuevo. Casi todos los pasajeros, jóvenes y viejos, elegantes o fachosos, probablemente tengan la mirada fija en la pantalla de sus smartphones. Y no solo sorprende el uso generalizado de los smartphones, también son los múltiples usos.
A medida que viajan en el Metro, los pasajeros pueden pedir abarrotes, enviar mensajes a sus amigos, transferir dinero, reservar para sus vacaciones y contratar seguros sin tener que salir de una de las superapli- caciones integradas de China. Incluso algunos limosneros en las calles aceptan dinero digital a través de Alipay. Al igual que en muchas otras áreas de su economía, el tamaño y la velocidad del cambio del sector digital de China es vertiginoso.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, alrededor de 731 millones de chinos pasaron a estar en línea en 2016, y 95 por ciento de ellos tiene acceso a internet mediante sus teléfonos. Esto impulsó el desarrollo de lo que podría decirse es el ecosistema móvil más dinámico del mundo. El mercado de pagos digitales de China explotó para llegar a ser 50 veces más grande que el tamaño que tiene el de Estados Unidos. Casi como una ocurrencia tardía, una rama de Alibaba aprovechó algunos de esos flujos en línea para convertir a Yu’e Bao en uno de los fondos de mercado de dinero más grandes del mundo. “El futuro del dinero se hace en China”, dice Duncan Clark, un consultor de tecnología en Pekín. “Tienes la sensación de que en estos días cuando salgas de China vas a tener un retroceso”.
El liderazgo de China identificó el desarrollo de su industria de tecnología como una prioridad estratégica. En la reciente Asamblea Nacional Popular se anunciaron nuevos planes para invertir fuertemente en tecnologías de vanguardia, como la inteligencia artificial. Pero las compañías de tecnología de consumo de China no necesitan ese fomento de Pekín.
Lideradas por Tencent y Alibaba, cuyo valor de mercado en conjunto es de más de 500 mil millones de dólares (mdd), las compañías de tecnología del país avanzan por cuenta propia en la innovación y en la inversión.
Tencent, una potencia de juegos y mensajes, utiliza su popular aplicación WeChat como una plataforma para una serie de servicios diversos, que incluyen los pagos digitales. De la misma forma, Alibaba, cuya plataforma principal de comercio electrónico atiende a millones de empresas en todo el mundo, se diversificó en otros mercados en línea y servicios financieros.
Con 120 millones de turistas chinos que cada año viajan al extranjero, Alipay rápidamente se convierte en uno de los servicios de pagos digitales más globales. Parte de la razón de este crecimiento vertiginoso de las empresas digitales de China es la falta de infraestructura heredada, sobre todo en el comercio minorista y en las finanzas. Esto hizo que fuera más tentador para los consumidores acoger la economía de las aplicaciones.
Richard Liu, fundador del minorista en línea JD.com, dice que las cadenas tradicionales de China son débiles en comparación con empresas como Carrefour o Walmart. “Podemos generar una participación de mercado incluso más rápido que Amazon en Estados Unidos porque los participantes fuera de línea son pequeños”. El dinero también se invierte en las nuevas empresas las personas piden abarrotes, transfieren dinero, reservan... considera el desarrollo de su industria tecnológica una estrategia prioritaria de tecnología en China, ya que los inversionistas locales y los capitalistas de riesgo del extranjero tratan de obtener un pedazo del mercado.
Un empresario de Shanghái presume que en estos días cualquiera puede recaudar dinero de “amigos, familiares o tontos”. Aunque gran parte de este dinero se va a desperdiciar, una porción se mantendrá, lo que acelera el crecimiento de la nueva generación de empresas móviles.
Sin embargo, el máximo premio para las compañías de tecnología de rápido crecimiento de China es una mayor explotación de sus enormes flujos de datos, que les permiten crear nuevas oportunidades de negocios. “Los datos no son solamente algo que te ayudarán a optimizar tu negocio. Serán tu negocio”, dice un ejecutivo de la industria.
En este sentido, las compañías chinas de tecnología prosperarán con el enorme tamaño del mercado local y por la ausencia casi absoluta de regulaciones de datos. La división financiera de Alibaba ya lanzó Zhima, un servicio en línea de calificación de crédito que se basa en las actividades digitales de los usuarios, el historial de las transacciones y actividad en las redes sociales. Esto le permite a las compañías ampliar los servicios relacionados, como los préstamos en línea.
Todavía hay muchas cosas más por venir. Sin embargo, esa información íntima cuenta como un poder en China en la era moderna y el poder aún es el dominio del Partido Comunista. Los datos digitales comerciales ya se alimentaron en el sistema nacional de “crédito social”, que se utiliza para sancionar a los delincuentes de deuda.
Los grupos de derechos humanos temen que las autoridades puedan utilizar esas calificaciones como un medio para el control social. Será fascinante observar cómo se desarrolla la delicada danza entre los funcionarios del Partido Comunista de China y la nueva clase de funcionarios digitales.