No se vale ignorar la realidad: Javier Peñalosa
Explica que en Los que regresan está la presencia-ausencia del agua en la capital
Confiesa que le cuesta trabajo hablar de su relación con la poesía, porque ha estado cerca de ella aun sin estar consciente, porque su abuela siempre lo condujo por ese camino. Ella es Dolores Castro y él Javier Peñalosa, un joven que obtuvo el Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza, otorgado por El Colegio de México (Colmex), por su poemario Los que regresan. “Por un lado me siento muy afortunado de que Dolores sea mi abuela, porque además nos llevamos muy bien y tenemos una relación estrecha y platicamos siempre, pero a mí me cayó el veinte de que era una poeta mucho después, siempre había sido mi abuelita. Y ya en la adolescencia supe quién era verdaderamente”.
Creado a iniciativa de Ramón y Ana María Xirau para honrar la memoria de su hijo, Joaquín Xirau Icaza, fallecido en 1976, el galardón será entregado por un libro que “recoge voces desprendidas del entorno que conforman los relatos latentes de quienes enfrentan la violencia, la migración, las fatigas del trabajo y los desafíos de una naturaleza devastada”. “Sentía esta necesidad grande de hablar de las cosas que están pasando en el país, porque no se vale hacerse de la vista gorda, ni siquiera por un afán estético ignorar lo que hay que denunciar; sin embargo, no me interesaba hacer un panfleto o algo abiertamente político o social, por ello me costó mucho trabajo encontrar un tono en el que eso, más que matizado, apareciera como una capa más de la realidad”, explica el joven poeta.
Desde su perspectiva, lo que vivimos todos los días resulta tan complejo, que está rodeado de muchas capas, entonces resulta muy difícil nombrar o acercarse a esas etapas de la realidad sin abandonar la necesidad de hablar de otras cosas que valen la pena: “que por hablar de la violencia renunciemos a la belleza, al encanto o a lo demás”, cuenta quien ha sido becario del programa Jóvenes Creadores del FONCA y del New York Fund For The Arts. En su reflexión poética, Javier Peñalosa (Ciudad de México, 1981) explica que en Los que regresan (Editorial Antílope) está la presencia-ausencia del agua en la capital del país, luego de conocer las múltiples referencia sobre el agua y su relación con la Ciudad de México, “saber de tantos ríos pero que están en tubos y no podemos ver, como sucede con la realidad”. “Exploré en el libro esta idea de lo que está presente y no se puede ver y encontré un paralelismo con muchas de las cosas en el ámbito social que pasan en el país, asuntos que no están claros, no se pueden ver, pero son como una corriente subterránea que sabemos que está pasando. “Creo que en la poesía hay un ejercicio que te permite hacer aparecer lo que supuestamente ya no está. Si te preguntas dónde está la inocencia, no es que haya desaparecido, sino que cambió de lugar”.
Sobre la influencia de Dolores Castro en su obra, el poeta reconoce que más allá de compartir una manera de ver ciertas cosas, incluso de la poesía, espera construir una voz muy distinta, un registro muy diferente al de ella, “aunque tengamos preocupaciones similares, a lo mejor más que estéticas, espirituales”.
Javier Peñalosa recibirá el Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza este jueves, a las 13 horas, en una ceremonia en la que se contempla la presencia la presidenta de El Colegio de México, Silvia Giorguli; la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda; los señores Ramón y Ana María Xirau. m