Papa pide perdón por el genocidio en Ruanda
Religiosos “cedieron al odio y la violencia traicionando su propia misión evangélica”
El papa recibió ayer en audiencia al presidente de Ruanda, Paul Kagame, ante el que pidió perdón por los “pecados” de la Iglesia y por sus miembros que “cedieron al odio” en el genocidio de 1994 contra la etnia tutsi.
Francisco “imploró perdón a Dios por los pecados y las culpas de la Iglesia y de sus miembros” en aquellos acontecimientos, en los que murieron más de medio millón de personas. En concreto, según un comunicado del Vaticano, pidió disculpas por “aquellos sacerdotes, religiosos y religiosas que cedieron al odio y a la violencia traicionando su propia misión evangélica”.
En el encuentro con el presidente ruandés y su esposa, el papa manifestó “su dolor, el del Vaticano y el de la Iglesia por el genocidio contra los tutsi” y ha expresado su solidaridad a las víctimas y a quienes continúan sufriendo las consecuencias de aquellos hechos.
Francisco expresó su deseo de que “ese humilde reconocimiento de las culpas cometidas en aquella circunstancia”, que han “dañado el rostro de la Iglesia”, contribuya “a purificar la memoria y a promover con esperanza y renovada confianza un futuro de paz”.
En abril de 2014, Francisco recibió en el Vaticano a los obispos de Ruanda y ante ellos consideró “una prioridad la reconciliación y la cura de las heridas” del genocidio. “Los animo a perseverar en este compromiso, que ya habéis asumido con numerosas iniciativas. El perdón de las ofensas y la reconciliación auténtica, que podrían parecer imposibles tras tanto sufrimiento, son sin embargo un don posible”, exhortó entonces el papa.
En el genocidio los de la etnia tutsi murieron a manos de los extremistas de los hutu y a estos hechos contribuyeron algunos miembros de la Iglesia católica, que fueron juzgados por planear, ayudar y ejecutar los crímenes.
Un día después del término del último Jubileo de la Misericordia, el 21 de noviembre, la Iglesia católica de Ruanda pidió perdón por “los errores cometidos” y expresó su consternación porque “personas de la Iglesia hubieran violado su juramento a Dios”.
Durante las “cordiales” conversaciones entre el papa y Kagame se recordaron “las buenas relaciones existentes” entre el Vaticano y Ruanda y se apreció especialmente “la senda de recuperación y estabilización social, política y económica del país”.
Y se subrayó la colaboración entre el Estado y la Iglesia local en las labores de reconciliación nacional y de la consolidación de la paz para beneficio de toda la nación”. m