Me saludaban como ‘señor presidente’, no me disgustaba, hasta que le puse fin”
Con Ernesto Alonso fue un Juárez más humano, más de carne y hueso”
mezclar una historia ficticia con hechos reales que desembocaron en la Independencia de México. “Me encantaba haberle dado vida otra vez. Tan es así que en 1972 vuelven a hacer otro melodrama histórico (El Carruaje) y me vuelven a invitar aunque la empresa (Televisa) ya no quería mucho que lo hiciera, pero don Ernesto insistió y yo acepté. “Fue un Juárez más humano, más de carne y hueso, pues se trataba de desmitificar la imagen de villano que se le había quedado en las otras series”, explicó.
Los niveles de audiencia fueron tan elevados que optaron por hacer un cortometraje y hasta una obra de teatro con las actuaciones estelares de María Elena Marqués y él. “Hablamos con el señor Emilio Azcárraga Milmo para que nos permitiera utilizar algunos textos de los libretos originales de El Carruaje e hice la adaptación. Después, pedimos apoyo al Instituto Mexicano del Seguro Social, que había patrocinado la telenovela, y nos dio dinero para montar la obra. Incluso, nos fuimos de gira bajo la dirección de José Solé”.
El éxito, recordó, fue apabullante. “Una de las condiciones del apoyo fue entregar al señor Carlos Gálvez Betancourt, director del Seguro Social, un testimonio de cada ciudad a donde estuviéramos representando El Carruaje y, entonces, recibimos una carta de cada gobernador de los estados”.
Más tarde, para conmemorar el aniversario de la Independencia de México, José Carlos Ruiz fue invitado por el presidente Luis Echeverría a fin de que participara en el desfile del 16 de septiembre. “Prácticamente fue una orden. Me quería vestido y maquillado como Benito Juárez. Ahí estuve a bordo de un carruaje y a mi lado dos ministros de la Defensa Nacional. El general Hermenegildo Cuenca Díaz me dijo que el presidente veía todo esto con buenos ojos, pero a mí no me hacía mucha gracia porque pensaba que era un poco carnavalesco”.
Sin embargo, el recorrido por la ciudad “fue apoteósico, la gente aplaudía y aplaudía desde Palacio Nacional y hasta el Deportivo Chapultepec en Mariano Escobedo. Los fanáticos se lanzaban al carruaje y gritaban: ‘viva, viva’. ¿Cómo olvidarlo?”.
En otra ocasión, el jefe de prensa de Palacio Nacional, Galindo Ochoa, lo buscó para decirle que el presidente Gustavo Díaz Ordaz quería saludarlo. “Fui a su despacho y me dijo: ‘Quiero reclamarle que usted todos los días me quita una hora de mi tiempo para verlo en la televisión’. Son muchas anécdotas que me ocurrieron”, finalizó José Carlos Ruiz.