La educación superior, para potenciar el emprendimiento
Para ofrecer a los jóvenes mejores oportunidades de inserción laboral, un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos destaca la importancia de proporcionarles más competencias, así como mayores posibilidades para su crecimie
La OCDE publicó recientemente un estudio sobre las perspectivas económicas de América Latina para este año, el cual se centra en la juventud, las competencias y el emprendimiento para un crecimiento más inclusivo y sostenible en la región.
El documento incluye un análisis detallado de la participación de los jóvenes latinoamericanos en las actividades productivas, examinando su inserción en el mercado laboral, las competencias adquiridas y sus actividades emprendedoras.
Nunca antes tuvo América Latina tantos jóvenes, el bono demográfico de nuestra región es el más grande del globo, y una de nuestras principales ventajas competitivas si sabemos cómo capitalizarlo. Uno de cada cuatro latinoamericanos tiene entre 15 y 29 años, sumando un total de 163 millones de personas.
Sin embargo, dos de cada diez de estos jóvenes trabajan en el sector informal, y otros dos ni trabajan ni estudian ni reciben algún tipo de formación. De acuerdo con la OCDE el panorama para este año no es particularmente alentador, pues nuestros jóvenes no cuentan con buenas perspectivas de empleo, debido a la desaceleración de la economía y a las pocas oportunidades de emprendimiento que tienen.
Para ofrecerles mejores oportunidades de inserción laboral a los jóvenes, el estudio destaca la importancia de proporcionar más y mejores competencias, así como mayores posibilidades de emprendimiento. Las competencias y habilidades se han convertido en “la moneda global del siglo XXI” y América Latina es la región del mundo con mayor brecha entre las habilidades demandadas por el sector productivo y las ofrecidas por los trabajadores. El emprendimiento puede ser un vehículo muy valioso para aprovechar el potencial de los jóvenes para que utilicen su talento y energía en proyectos innovadores, y con ello promover la empleabilidad, el crecimiento económico y la movilidad social en nuestra región.
El papel de la educación superior Las universidades son un eslabón para que las ideas se trasladen al ámbito comercial. para fortalecer el desarrollo de las competencias e impulsar el emprendimiento entre sus estudiantes es fundamental. Las universidades somos un eslabón indispensable para que las ideas que se generan en las aulas se puedan trasladar al ámbito comercial. Si bien es cierto que muchas de las características de los emprendedores exitosos están intrínsecas en su personalidad, como el caso del carácter o la confianza en sí mismos, equipar a los estudiantes con el conocimiento y las habilidades necesarias para alimentar el gen emprendedor debe ser tarea de todas las instituciones educativas.
Para potenciar las mentes creativas es primordial impulsar las competencias suaves, entre las que destacan la capacidad de asumir riesgos y gestionarlos, adoptar actitudes propositivas, el trabajo en equipo, y manejar la incertidumbre, entre otras. Inculcar habilidades de negocio como saber vender, saber resumir y saber ejecutar es igualmente importante en la educación para el emprendimiento.
Estas habilidades se adquieren principalmente a través del entrenamiento, pues la mentalidad emprendedora se ejercita mejor con la práctica. Una de las maneras más efectivas para lograrlo es a través de concursos y competencias en las escuelas, que convoquen a los estudiantes a resolver un problema o realizar una propuesta a través de incentivos académicos o de otra índole. Los concursos permiten experimentar de primera mano los obstáculos a los que se enfrentan en la vida real, por lo que les ayudan a aterrizar sus ideas y poner en marcha sus proyectos. Un ejemplo de ello fue Pitch to Rich México 2016, que surgió gracias a la alianza entre Virgin Mobile y Laureate México para impulsar a los emprendedores universitarios, a través de una competencia de negocios basados en desarrollos con aplicación en dispositivos móviles y con un beneficio social.
Entre más de 100 proyectos presentados por alumnos y egresados de 45 universidades del país fueron preseleccionados tres finalistas, quienes tuvieron la oportunidad de presentar su proyecto de negocios a Richard Branson, CEO de Virgin. El ganador fue Aliada, una empresa que ha desarrollado una plataforma enfocada en el empleo para las trabajadoras domésticas.
En la economía del siglo XXI es necesario también impulsar la capacidad para adquirir nuevos conocimientos y seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Fomentar la curiosidad intelectual es vital para adaptarse a la velocidad de las innovaciones y ampliar las posibilidades de éxito de los emprendedores.
De igual forma, fortalecer la vinculación de las instituciones de educación superior con el sector productivo es una condición necesaria para el desarrollo exitoso del ecosistema emprendedor. Para ello, los programas de formación que combinan el aprendizaje en el aula con experiencias laborales son cruciales.
Las incubadoras de negocio en las universidades también han probado ser muy útiles, pues a través de ellas se ofrece apoyo académico para la elaboración de un plan de negocios, el acercamiento a fuentes de financiamiento, asesoría para el arranque de operaciones de la empresa y seguimiento en sus primeros años.
Las universidades somos centros de nuevas ideas y conocimiento, de ahí que tenemos la responsabilidad de generar las capacidades y el ánimo de emprender entre nuestros alumnos, y facilitarles las herramientas para que estas ideas se conviertan en proyectos exitosos que generen empleo y tengan un impacto positivo en su bienestar y en el de la sociedad.
No es tarea fácil, pero debemos trabajar en todos los elementos mencionados y muchos otros para favorecer un entorno de emprendimiento dinámico que les permita a los jóvenes acceder a mejores oportunidades de crecimiento. m