Vigilancia casual, no deliberada, a Trump
Ex colaborador acepta nexos con los rusos
Las comunicaciones privadas entre Donald Trump y su equipo de transición pudieron haber sido captadas por funcionarios estadunidenses de inteligencia que monitoreaban otros objetivos y distribuidas de manera indebida entre agencias de espionaje, reconoció el republicano Devin Nunes, presidente de la Comisión de Inteligencia en la Cámara de Representantes.
Los comentarios de Nunes provocaron que el demócrata de mayor rango en la comisión, Adam Schiff, renovara los llamados de su partido para que se realice una investigación independiente a los nexos de Trump con Rusia, además de la indagatoria que realiza el panel encabezado por republicanos.
Nunes afirmó que la vigilancia se realizó legalmente y no parece estar relacionada con la actual investigación del FBI sobre los contactos entre allegados de Trump con Rusia, ni con la presencia de alguna orden penal.
Las revelaciones, aseguró, no cambian su evaluación de que son falsas las declaraciones del magnate de que se intervinieron los teléfonos en la Torre Trump durante la pasada campaña electoral por parte del gobierno de Barack Obama.
El legislador californiano dijo que cree que las comunicaciones del equipo de Trump fueron captadas “incidentalmente”, pero insinuó que los contenidos quizá fueron propagados inapropiadamente en reportes de inteligencia.
Nunes respondió en un principio “sí”, cuando se le preguntó si el actual mandatario estuvo entre quienes fueron afectados por el supuesto espionaje, pero después dijo que solo era “posible”.
Por separado, Paul Manafort, ex jefe de campaña de Trump, aceptó que hace 10 años trabajó para el multimillonario Oleg Deripaska, aliado del mandatario ruso, Vladímir Putin.
Indicó que representó al magnate ruso en asuntos comerciales y personales en países donde tenía inversiones. m