Me interesa mostrar la diversidad: Hernández
Su obra, “un desafío a modas, corrientes y lo contemporáneo; ha sido fiel a su propia curiosidad y, por tanto, a su creatividad”: Antei
Con la presentación de los libros Códice HernandinoMixteco y Hernández, tres pasiones, editados por Franco Maria Ricci, fue abierta en Casa Lamm la muestra Pasión naturante, de Sergio Hernández, una selección de su trabajo reciente. “Cuando se habla de tres pasiones hablamos de las de la naturaleza, de la técnica y de los materiales que se usan, sobre todo el espíritu de vida, el deseo de vivir, a través de una traducción de un momento en mi vida, de lo que estoy viviendo en un país que me lleva a pintar esto. Hay una diversidad en México muy importante, que es la que me interesa mostrar. Hay que hacer de nuestra vida una obra de arte”, dijo el artista oaxaqueño.
En recuperación de un resfriado, Hernández aseguró que su trabajo con el plomo le causó problemas de salud, pero nada que no se pueda superar: “En realidad no creo que exista un artista que haya muerto del material con el que se pinta. Se caen y se mueren del mezcal, pero no del material con el que trabajan”.
Agregó: “En este país, donde todos mueren de plomo, yo sigo vivo. Más que el plomo en sí es la atmósfera donde se pinta, el aire que está encendido. En este momento estoy resfriado pero no por el plomo, sino por los ventiladores con los que hay que estar”. Los libros son resultado del interés que despertó Hernández en Franco Maria Ricci, como artista y, en especial, como persona, “por su naturalidad y espontaneidad, algo que al mismo tiempo se funde con la pintura de Sergio”, explicó Giorgio Antei, curador de la exposición y editor de los libros. “En el libro se habla de tres pasiones, aunque en la muestra solo haya una pasión, que son tres líneas de investigación artística de Hernández: pasión por una técnica, por un tema, por un lenguaje”, agregó Antei.
La selección, que se exhibe hasta el 7 de mayo en Casa Lamm, se mostró más ampliamente durante 2016 en Roma y Parma, Italia, así como en Bogotá, Colombia, lo que recoge el volumen Hernández, tres pasiones, que es para Antei una muestra de la curiosidad que define al artista oaxaqueño.
“Hay que hacer de nuestra vida una obra de arte”, expresó el artista oaxaqueño
“El plomo es un tipo de arte muy difícil de reproducir fotográficamente, porque si no es magistral tiende a aplanar o a dar profundidades inexistentes; eso mismo pasa con las esculturas, porque una foto mal hecha puede hacer que salga un juguete, y esto es todo, menos un juguete”, destacó Antei.
El Códice Hernandino-Mixteco, con prólogo de Miguel León-Portilla, es una relectura del Códice Yanhuitlán, editada en un formato de biombo desplegable y que puede alcanzar hasta 10 metros de superficie, cuya publicación resultó particularmente exigente, enfatizó Antei. “Se trataba de escoger un papel que, de alguna forma, restituyera la densidad y la espontaneidad del color. El color en un códice es de una sola pincelada, no hay arrepentimientos. El pincel pasa una vez, por lo que se buscó un papel que permitiera transmitir la emoción del trazo único y creo que lo hemos logrado”.
Los libros reflejan lo que significa Hernández en el arte mexicano: un desafío a las modas, las corrientes, lo contemporáneo, fiel a su propia curiosidad y a su creatividad, “sin importarle si gusta más esto o aquello. Personalmente quedé muy atraído por esta audacia de Hernández de elevarse por encima de lo atractivo y de lo comercial, y seguir con coherencia su propio recorrido”, concluyó Antei. M