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La transparencia y acceso a la información son fundamentales en cualquier democracia; de hecho, son derechos humanos con los que contamos los mexicanos. Hoy, tanto los poderes de la Unión como los entes autónomos tienen en sus sitios web mucha información de sus actuaciones, derivado de su obligación de publicitarlas y del derecho de los ciudadanos a conocerlas.
Este tema viene a referencia debido a que recientemente el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) acordó emitir 178 actas de fallo a 67 participantes ganadores distintos de la licitación de estaciones de radio AM y FM.
Han surgido algunas suspicacias sobre la identidad de los ganadores de esta licitación, los recursos con los que las adquirieron y su experiencia en el sector. La mayor duda es sobre la identidad de los accionistas y propietarios de las futuras concesiones, pues no se ha dado a conocer con el argumento de que “será hasta finalizar la licitación cuando el instituto publique toda la información derivada del proceso”.
Es entendible la labor del Ifetel para custodiar la información reservada o confidencial —argumento legal existente—, pero se debe apostar por una mayor transparencia que contribuya a la certeza de las licitaciones, máxime que está en curso la de tv y vendrá otra de radio: el órgano regulador deberá valorar esta experiencia.
Mientras aquí se tiene que analizar esta licitación en radiodifusión sonora, más de 2 mil 300 estaciones de radio en Estados Unidos se han convertido a radio digital (HD), lo que mejora la experiencia de escuchar la radio y ofrece a las estaciones una variedad de capacidades avanzadas.
Ese crecimiento de la radio digital se percibe en el automóvil, “pues 36 marcas automotrices disponibles en EU y más de 200 modelos de vehículos, incluyendo 34 nuevos modelos de año 2017”, ya tienen un sintonizador de radio HD instalado.
Así, como en otros ámbitos, se debe ir contra la desconfianza, exigir mayor transparencia e impulsar el desarrollo tecnológico. m