Y en San Lázaro, se atrinchera el ex director de Adquisiciones
La Policía Ministerial de la PGR establece un operativo en el recinto legislativo para arrestarlo
El ex director de Adquisiciones de la Secretaría de Hacienda de Chihuahua Antonio Enrique Tarín se atrincheró anoche en el Palacio de San Lázaro para evitar el cumplimiento de una orden de aprehensión en su contra por peculado, después de que la Mesa Directiva se negó a tomarle protesta como legislador.
La Policía Ministerial de la Procuraduría General de la República estableció un operativo en accesos y salidas del recinto legislativo con la instrucción de capturar a Tarín, quien solicitó un amparo para evitar la detención.
El colaborador del ex mandatario chihuahuense César Duarte ingresó ayer por la mañana a la Cámara con la pretensión de convertirse en diputado federal y obtener fuero constitucional, pero principalmente PAN, PRD y Morena frenaron el intento.
Tarín es el diputado suplente de su correligionario priista Carlos Hermosillo, quien murió la semana pasada en un accidente vehicular. La Fiscalía General de Chihuahua notificó a la Cámara de Diputados la orden de aprehensión por peculado y confirmó el carácter del imputado como “sustraído de la justicia”.
Así, el comienzo de la sesión de ayer, previsto para las 11 de la mañana, se postergó casi cuatro horas, hasta las 2 de la tarde y 40 minutos, debido a los desacuerdos sobre la protesta de Tarín.
El vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez, defendió el derecho del chihuahuense a rendir protesta y argumentó que la orden de aprehensión no era aplicable por ser de un juez local y no federal, mientras la panista Guadalupe Murguía, presidenta de la Mesa Directiva, se negó a abrir la sesión.
Tarín caminaba entre las curules y consultaba a los legisladores de su bancada, hasta que tomó asiento a la espera del arribo de César Camacho, quien se mantuvo ausente del salón de sesiones.
Finalmente, a la una de la tarde, Tarín se reunió a puerta cerrada con Jorge Carlos Ramírez, el chihuahuense Fernando Uriarte y el neoleonés Édgar Romo. A través de los ventanales se veía a Tarín sentado frente a sus correligionarios y, después de una hora, la encerrona concluyó y el PRI accedió a retirar del orden del día la toma protesta.
Tras su frustrada protesta deambuló por las oficinas de la coordinación de la bancada priista por el estado de Chihuahua y pasillos cercanos del Palacio de San Lázaro, con escalas en el restaurante principal y una cafetería.
En su intento de evadir a la prensa, fue de un piso a otro por las escaleras del edificio H hasta encontrar una puerta herméticamente cerrada, la que da acceso a la azotea, y se sentó en los peldaños más altos para hacer una llamada telefónica.
Ahí aseguró que no tiene nada que temer y se declaró dispuesto a enfrentar las acusaciones que se le imputan, de las que, dijo, se enteró por los medios de comunicación.
Poco después de las siete de la noche, Tarín entró a la oficina que ocupó el finado legislador y, hasta el cierre de esta edición, ahí mismo esperaba las notificaciones de sus abogados respecto a la suspensión que solicitó contra la orden de aprehensión.
El caso Godoy
El precedente más cercano se remonta a septiembre de 2010, cuando el michoacano Julio César Godoy obtuvo un amparo que le permitió rendir protesta como diputado federal y obtener el fuero constitucional, pese a las imputaciones por narcotráfico y delincuencia organizada del Ministerio Público Federal.
El medio hermano del entonces gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, había sido electo diputado federal por Michoacán en los comicios de 2009, pero días después de la jornada electoral, las autoridades libraron una orden de aprehensión en su contra.
El perredista se mantuvo prófugo casi 15 meses, hasta el día que rindió protesta y asumió el cargo, aunque la PGR solicitó su desafuero y la Cámara de Diputados lo despojó de la inmunidad procesal en diciembre de 2010. Desde entonces no se sabe su paradero. m