Discriminación en el Estatal capitalino
Caray! En verdad no lo puedo creer, resulta que el Campeonato Estatal de la Ciudad de México oficialmente se jugará en dos sedes, en el lienzo charro El Pedregal y en El Bramadero de Aragón, casa de los Charros de la Carlos Rincón Gallardo, instalaciones que están techadas, tal y como lo requieren los campeonatos oficiales, convirtiéndose en la mejor opción para los competidores, ya que les da igualdad de circunstancias deportivas, llueva, truene o relampaguee.
Esta solicitud, avalada por la Federación Mexicana de Charrería (Fmch), fue con el único fin de dar el mayor número de facilidades para que cada participante elija la sede que más le convenga; sin lugar a dudas es una medida acertada y no impositiva, ya que toma en cuenta el punto de vista de la charrería capitalina. Desafortunadamente, el presidente de Unión de Asociaciones Charras (PUA) Fernando Pascual Islas, está tomando esta aprobación como una intromisión del órgano rector.
Sin embargo, está pasando por alto que él solo es el representante de las Asociaciones Charras de la Ciudad de México y debe tomar en cuenta las opiniones y solitudes de sus representados, y ahora, lo más grave es que está tomando una revancha que va en contra de la equidad deportiva, política y financiera, ya que impone una cuota de 15 mil pesos a cada equipo que clasifique a la final que se jugará en el lienzo Charro del Pedregal, con la participación de 12 equipos.
Pero de una forma oculta, amañada y malintencionada, en un comunicado, del cual tengo una copia, puntualiza que para los equipos que se eliminen en El Pedregal su pase será sin costo, situación discriminatoria, y en este caso es urgente la intervención de la casa rectora de este deporte.
Sé de antemano que hasta cierto punto la Unión de Asociaciones Charras de cada estado es autónoma, pero no así en la capacidad para imponer cuotas extraordinarias como es el caso, además que está pasando por alto que todo miembro del Consejo Directivo le debe lealtad a la institución que representa, así como también a sus estatutos, y en este caso, Pascual Islas está rebasando