UE alista agenda para proteger a trabajadores
El paquete de políticas, a lanzarse el miércoles, será el primer gran impulso de la Unión Europea sobre los derechos de los empleados en 10 años
Bruselas dará a conocer el miércoles los planes para una nueva agenda política social europea, una medida que toma para contrarrestar las quejas de largo tiempo que tienen los sindicatos, los partidos de izquierda y algunas capitales nacionales de que la Unión Europea no hace lo suficiente para proteger a los trabajadores.
El paquete de políticas será el primer gran impulso de la Unión Europea sobre los derechos de los trabajadores en casi 10 años. Se produce cuando Gran Bretaña, un opositor de la política social de la UE, se prepara para salir del bloque.
Se presentará entre las dos rondas de la elección presidencial francesa, donde, por el contrario, desde hace mucho tiempo hay críticas de que la Unión Europea no eleva el nivel de protección del empleo para todo el bloque. Los planes de la Comisión Europea incluirán un endurecimiento de cómo los gobiernos aplican los límites en el horario de trabajo, las medidas para que la economía dé “chambas” entre en los sistemas nacionales de seguridad social y nuevas reglas para el permiso parental.
La comisión también propondrá un “pilar” de los derechos sociales básicos, esencialmente una carta política, que los funcionarios y legisladores esperan que algún día se incorporen a los tratados de la Unión Europea. Las medidas señalan un regreso a la prominencia de un área política que en gran medida quedó inactiva desde que se desató la crisis financiera.
La profundización de la Unión Europea en el lugar de trabajo ha sido desde hace mucho tiempo un punto de fricción entre las capitales nacionales que tienen puntos de vista opuestos sobre una mayor flexibilidad en el mercado laboral. Francia y algunos de los antiguos miembros de la UE desde hace años piden políticas más activas de Bruselas para limitar las desafíos competitivos de las economías del este de la Unión Europea con menores salarios, algo que ellos consideran “dumping social”. Pero muchos de los miembros más nuevos de la UE consideran esta medida de Bruselas como un intento injusto para frenar su ventaja competitiva.
Es probable que los planes sean estudiados cuidadosamente en Londres. Bruselas indicó que tratará de asegurar que Gran Bretaña cumpla con algunas partes de su legislación social como parte de un acuerdo de libre comercio.
Marianne Thyssen, comisionada europea para Asuntos Sociales y del Empleo, dijo al Financial Times que el proyecto no debe verse como algo divisivo, sino como un intento para responder a los sentimientos generalizados de inseguridad económica. “Vemos que muchas personas, tal vez no es el caso en Reino Unido, pero sí en otros Estados miembros, dicen que en dónde está la Europa social”, dijo. La nueva agenda es un camino para demostrarle a la gente que los valores que se acordaron aún están vivos y coleando”, agregó.
Para Thyssen, una política belga, no es saludable que los países dependan de la competitividad de costos para lograr tener ventajas sobre otros países de la Unión Europea. En su lugar debe de haber “una convergencia de mejora social”, con las naciones y que a partir de entonces compitan con la calidad de sus trabajadores.
Ese mensaje debe ser música para los líderes políticos de Francia, al menos para los que están a favor de la Unión Europea, quienes desde hace mucho tiempo batallan para cumplir con las promesas de frenar la reubicación de plantas y fábricas a países más baratos. de trabajo genera fricción entre países con mayor flexibilidad de mercado grupo consideran esta medida un intento de frenar sus ventajas
Las reglas de la Unión Europea que permiten a las empresas trasladar empleados temporalmente a otros países y darles un salario menor y peores condiciones de trabajo que a los trabajadores locales se han convertido en un punto de desacuerdo en la campaña presidencial.
Los funcionarios dijeron que el momento en el que se presenta el paquete de políticas, que también incluye un “documento de reflexión” más general sobre el futuro de la política social, es una coincidencia. Los planes de política también son un primer ejemplo de una “la múltiple velocidad” de la Unión Europea que esbozaron los líderes del bloque en una cumbre el mes pasado en Roma.
El foco del Pilar Europeo de Derechos Sociales está en 19 países de la zona euro, en lugar de la Unión Europea en su conjunto, dijo Thyssen, aunque los otros países tienen la libertad de unirse.
Thyssen dijo que el trabajo de los derechos sociales es particularmente importante para la zona euro, para garantizar que el diseño de las leyes laborales logre que el bloque sea más resistente a las crisis. “Lo que vemos es que dentro de la unión monetaria necesitamos una mayor convergencia y tenemos que organizarnos nosotros mismos”, dijo Thyssen. “Porque si tenemos un gran problema de desempleo en un momento determinado, con una mala protección social, creamos tensiones en la sociedad, y hay un efecto de contagio hacia los otros estados miembros”.
Thyssen dijo que el pilar va a ser una “brújula” para guiar el trabajo conjunto de las instituciones de la Unión Europea y los gobiernos nacionales.
Un proyecto, dijo, puede ser para “desarrollar juntos los parámetros”, para calcular los salarios mínimos nacionales . “No podemos desarrollar un salario mínimo europeo porque estamos muy lejos unos de otros”, dijo.
La comisión también tiene planes de comenzar a examinar más de cerca las políticas laborales y sociales como parte de las evaluaciones regulares que realiza a las economías de la zona euro.