SOLICITUD DE LA SOCIEDAD MEXICANA PARA LA PROTECCIÓN DE LA RADIACIÓN Piden a Ifetel incluir datos de relación entre cáncer y gadgets
Solicitan emitir especificaciones técnicas para el cumplimiento de los límites máximos de emisiones radioeléctricas de aparatos que puedan conectarse a la red
La Sociedad Mexicana para la Protección de la Radiación no Ionizante (Smpri) llamó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) a que incluya en el proyecto de disposición técnica IFT-012-2016 la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) la cual señala que las emisiones radioeléctricas que emplean dispositivos como celulares, tablets, manos libres, entre otros, pueden ser agentes cancerígenos.
Emmanuel Abundis Gutiérrez, representante de la Smpri, aseguró en el documento presentado en la consulta pública que el Ifetel —único órgano regulador para el sector de telecomunicaciones— cometió la omisión “intencional”, de no hacer mención a dicha clasificación, donde se considera a las emisiones radioeléctricas como cancerígenas.
La disposición técnica del instituto precisamente se está realizando para emitir las especificaciones técnicas para el cumplimiento de los límites máximos de emisiones radioeléctricas no ionizantes de los productos, equipos, dispositivos o aparatos destinados a telecomunicaciones que puedan Los jueces del Tribunal de Ivrea, en el norte de Italia, condenaron al Instituto de previdencia de accidentes laborales (Inail) a otorgar una pensión vitalicia al empleado de una empresa quien desarrolló un tumor cerebral a causa del uso del teléfono celular por más de tres horas diarias.
Los abogados Renato Ambrosio y Stefano Bertone anunciaron a los medios que se trata de la primera vez que una corte reconoce el nexo entre el uso del celular y el desarrollo de un tumor cerebral.
Dijeron que la sentencia fue emitida el 30 de marzo por el juez laboral del Tribunal de Ivrea, Luca Fadda, quien estableció que el empleado Roberto conectarse a una red y hacer uso del espectro radioeléctrico.
Sin embargo, a decir de Abundis Gutiérrez, destacó que la IARC considera a dichas emisiones como posibles cancerígenos humanos, en donde los menores de edad son los más expuestos por las características físicas de su cuerpo: “Los tejidos y órganos dentro del cráneo de niños pueden absorber el doble de radiación comparados con un adulto y la médula ósea de su cráneo puede absorber hasta 10 veces más, según lo estipulado en las monografías de la IARC”. Abundis Gutiérrez también destacó que se debe mejorar la disposición técnica en pruebas para medir las emisión de radiación en los dispositivos móviles. Romeo, de 57 años de edad, enfermó a causa del uso del teléfono celular por más de tres horas diarias durante 15 años.
Al hombre le fue diagnosticado un tipo de tumor cerebral benigno, pero invalidante. Explicó que con el tiempo comenzó a sufrir malestares en el oído, hasta que en 2010 le fue diagnosticado un tumor cerebral que ocasionó que le fuera extirpado el nervio acústico.
“Esperamos que la sentencia impulse una campaña de sensibiliziación sobre el uso del teléfono celular”, dijo Bertone.
Además señaló que las distancias mencionadas en el anteproyecto de Disposición Técnica siempre son menores a 200 milímetros, lo que deja fuera a dispositivos de largo alcance (equipos de comunicación celular), el cual logra altas potencias, mientras pueden estar en interiores y cerca de humanos.
Aseguró que el Instituto continúa cometiendo el error de usar el factor térmico como un determinante, así como la potencia. “Tampoco se han tomado en cuenta cómo estas señales, en sus diferentes frecuencias de uso, interaccionan con los tejidos y órganos expuestos, independientemente de su intensidad, lo cual es una gran falla de las disposiciones técnicas 007 y 012”, detalló el representante de la Smpri.
Respecto al numeral quinto, fracción 5.1.2.1 del modelo de cabeza humana —usada para hacer pruebas de resonancia con las que detectan qué tanto afectan las emisiones radioeléctricas— de 15 centímetros, medido de oreja a oreja, lo que se supone equivale a la cabeza de un adulto, señaló que no necesariamente es el reflejo de la parte superior del cuerpo de un mexicano promedio. “Evidentemente, mujeres y sobre todo niños, no están incluidos, pero es más preocupante el caso de los infantes ya que son un grupo de usuarios en crecimiento exponencial y quienes tendrán una mayor exposición a lo largo de su vida”, aseguró Abundis.
También señaló que dentro del cráneo existen múltiples tejidos, líquidos y órganos, cada uno con una interacción y una absorción diferente; sin embargo, el Ifetel sugiere que este proceso es homogéneo, es decir, que la absorción es igual en cualquier punto, pero sobre todo la ionización es uniforme, lo cual no sucede en una cabeza humana. M