Mientras el electorado urbano votó al centrista Macron, el campo lo hizo por la ultraderechista Le Pen
Un electorado urbano favorable al social liberal Emmanuel Macron, una Francia rural conquistada por la ultranacionalista Marine Le Pen. El mapa electoral de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas pone en evidencia profundas diferencias geográficas y sociológicas.
Macron, un centrista proeuropeo, con 23.8% de los votos, y Le Pen, una ultraderechista antiglobalización, con 21.4%, se impusieron el domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia y disputarán la segunda ronda el 7 de mayo.
Apenas se publicaron los primeros resultados, salió a la luz la profunda división entre dos Francias, la de las grandes ciudades globalizadas y cosmopolitas que apostaron por Macron y la de las localidades rurales y ciudades pequeñas y medianas a menudo olvidadas y empobrecidas, que votaron masivamente por Le Pen, del Frente Nacional (FN).
El resultado más significativo fue el registrado en la capital, París, donde el candidato del movimiento “¡En Marcha!” obtuvo 34.9% de los sufragios en la primera ronda, más de 10 puntos por encima de su resultado nacional, mientras que la líder frentisa no logró superar el 5%, más de 15 puntos por debajo de la media del país aunque rebasó la marca histórica del FN al superar la barrera del 20% en una primera vuelta presidencial.
Marine Le Pen obtuvo sus mejores resultados en las regiones afectadas por la desindustrialización y el desempleo, como en la región del Norte, donde consiguió 31% de los sufragios. Sus resultados son en cambio mediocres en París, Lyon (8%) y en otras grandes metrópolis, con excepción de Marsella (sureste), donde la formación ultraderechista obtuvo 23% de los sufragios, entre un electorado sensible sobre todo al discurso antiinmigración de la candidata.
Marine Le Pen esperaba un mejor resultado, pensando beneficiarse de una ola populista tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y del brexit en el Reino Unido. “En su nueva estrategia, el Frente Nacional ya no utiliza la brecha izquierda-derecha, pero ha definido una nueva división, mundialistas contra patriotas. Una estrategia exitosa ya que la segunda vuelta será un duelo entre estas dos ideologías. Pero nada indica que el FN pueda convertirse en el partido mayoritario en base a esta estrategia”, explicó el politólogo Joël Gombin.
“Tampoco hay que perder de vista que la suma de los resultados de Macron y Le Pen del domingo representan menos del 50% del electorado. En total, hay cuatro bloques en un pañuelo”, apuntó en referencia a los resultados del conservador François Fillon (19.9%) y del líder de la izquierda más radical, Jean-Luc Mélenchon (19.6%).
Le Pen debió hacer frente a la competencia de Mélenchon, cuyos programas tienen varias similitudes, y que logró obtener buenos resultados en la periferia parisina y en el centro del país. Los sondeos dan a Macron una diferencia de al menos 20 puntos en la segunda vuelta en dos semanas. m