Todo sobre la línea
Wladimir Klitschko regresa al ring para recobrar el título mundial y, de paso, frustrar el intento de Anthony Joshua
El campeón de los pesados de la Federación Internacional de Boxeo, el británico Anthony Joshua, se enfrenta hoy al ucraniano Wladimir Klitschko, teniendo como escenario el legendario estadio Wembley, donde se esperan unos 90 mil espectadores.
El duelo tendrá tres cinturones en juego, ya que también entrarán en la pugna el título de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Organización Internacional que dejó vacantes Tyson Fury.
“Poco importa el tamaño del evento, intento siempre volver a la realidad, él y yo intercambiaremos golpes, me levanto temprano por las mañanas y trabajo hasta tarde en la noche para estar preparado físicamente y mentalmente para cualquier batalla, será un paso más hacia la grandeza”, declaró Joshua, de 27 años.
El británico buscará su victoria 19 profesional frente al veterano ucraniano de 41 años, rey de los pesados durante cerca de diez años, hasta que Tyson Fury lo destronó en noviembre de 2015.
Tras haber cancelado en dos ocasiones en 2016 la revancha con Klitschko, en octubre se anunció que Fury había dado positivo en dos ocasiones por cocaína y entraría a rehabilitación, por lo que dejó vacantes los títulos.
Joshua, campeón olímpico en 2012, no puede subestimar al legendario ucraniano, que no ha saltado al cuadrilátero desde que perdió con Fury.
“Voy a combatir con un tipo que tiene tantos años como los que yo llevo en el boxeo, 27”, dijo Klitschko, quien aspira a cortar el camino de un joven peleador, al que intentó firmar en el pasado, porque asegura que es de lo mejor que hay.
Lleno de confianza en sus cualidades, porque asegura que se siente “joven y totalmente obsesionado por la idea de levantar los brazos al cielo como ganador”, y Klitschko aseguró que la diferencia de edades no será un factor.
“Me veo en Joshua, sé lo que piensa, lo que va a hacer y cómo se desarrollará el combate, aunque no soy Nostradamus”, bromeó el ucraniano campeón olímpico en 1996. “La obsesión es una forma extrema de amor, por lo que estoy enamorado de mi objetivo, mi objetivo es que los cinturones vuelvan a mi rincón del ring”, sentenció.