“Romeo y Julieta es la más grande historia de odio”
La versión del clásico de Williams Shakespeare será escenificada en el Teatro Helénico de Ciudad de México a partir del 26 de mayo
En opinión del director de teatro y ópera Mauricio García Lozano, “Romeo y Julieta no es, como muchos dicen, la más grande historia de amor jamás contada; me parece que es la más grande historia de odio jamás contada. Es muy importante entender esta pieza desde un punto de vista alejado del cliché, de los lugares comunes, quitarle lo rosa”.
Él, junto con Paola Arrioja, quien hizo la adaptación, se propuso rescatar esta historia lo más originalmente posible: “Como viene escrita, de manera muy compleja, que tiene aspectos de romanticismo muy complicados. No es una obra para solo suspirar; es una obra muy intensa, muy complicada y, sobre todo, surge de un contexto de odio. “Para mí es una obra en donde la inocencia es sacrificada por el odio de los adultos y, por tanto, los sacrificados son los niños o jóvenes, lo que me parece de una actualidad insuperable porque lo vivimos todos los días en este país”.
Interpretada por un elenco encabezado por Cassandra Ciangherotti y Adrián Ladrón, esta adaptación fue hecha a partir de la traducción que García Lozano solicito a Alfredo Michel Modenessi, especialista en Shakespeare y quien ha traducido Ricardo III y Medida por medida, representadas el año pasado. “Desde el lenguaje hasta las decisiones de vestuario, de música, de escenografía y de interpretación actoral, se propone no ver a Shakespeare como una pieza de museo sino como lo que es: un autor de teatro popular que vibra enormemente en el cuerpo y en la palabra de los actores. En ese sentido el montaje no plantea una época definida”, explica.
El drama es conocido: en Verona dos jóvenes enamorados, provenientes de dos familias enemistadas, son víctimas de una situación de odio y violencia que ni desean ni pueden remediar. En una de esas tardes de verano, cuando el calor inflama la sangre, Romeo, recién casado en secreto con su amada Julieta, mata al primo de esta; a partir de ahí Shakespeare desencadena la tragedia y precipita los acontecimientos, guiados por el azar y la fatalidad.
“Despojamos la obra de artificios y está basada en la actoralidad. Es más bien atemporal y cuenta con mucha música que parte del estilo isabelino, pero que se va convirtiendo en muchos otros géneros: hay un ensamble coral, tap, música grabada, electrónica, un instrumento llamado ‘virginal’, que es una especie de clavecín y que se asocia con la inocencia de los jovencitos sacrificados, etc. Es, pues, un montaje que busca conectar con el público mexicano de hoy”, dice.
Sobre los recursos escenográficos, el director explica que hay una intención de establecer una especie de teatro clásico, con sus balcones isabelinos; en el vestuario hay una gran mezcla de estilos, pero “sobre todo se parte de la idea de que Romeo y Julieta es una obra muy calurosa en todos los sentidos: por el odio, por el deseo, por la pasión, por el clima (transcurre en julio, con mucho calor). Entonces hay una sensación de sofoco, por lo que se me antoja un vestuario ligero, casi en ropa interior. En general reina esta posibilidad de incendio; en un sentido o en otro, todo se halla a flor de piel”.
La temporada tendrá lugar del 26 de mayo al 15 de julio en el Teatro Helénico, con funciones los viernes a las 20:30, sábados a las 17:00 y 20:00, y domingos a las 18:00. m