CONTRA LAS CUERDAS
MIENTRAS SEA UN PELEÓN
Estoy ansiosa por que suene la campana y y Julio César Chávez se tiren los primeros golpes y los fanáticos se vuelvan locos… hace mucho que una pelea no levanta a mi alrededor tanta expectativa. No les miento, la gente que me conoce, antes de saludarme me pregunta “¿quién gana?” o “¿a quién me recomiendes que le apueste?”. Casi todas mis conversaciones en los últimos 15 días han sido sobre esta pelea, que esta vez tengo la fortuna de que sea entre dos mexicanos. Se siente padre que al menos, por un fin de semana, comparten mi locura por el boxeo. Si piensan que aquí revelaré quién ganará, se equivocan. No quiero inclinarme por alguno de los dos, cada uno tiene su encanto… lo único que quiero es ver una gran pelea, sin polémicas, sin cosas raras. Solo una pelea que emocione, que sea clara y que nos deje con ganas de más. Esta súper que esta ocasión sean dos mexicanos los que estén en el ojo del huracán… los que llaman la atención. Hace mucho que eso no pasaba y algunas de las peleas más interesantes que se dieron entre mexicanos sí tuvieron resonancia internacional, pero no tanta como llegará a tener ésta. Que si no llegan en igualdad de condiciones, es cierto. Cada uno está en distintas etapas. Que si los cambios de peso dictarán lo que pasará en el ring, también. Pero como dijo Beristáin: “La determinación puede marcar la diferencia”. Ver a dos mexicanos engallados, aguerridos y convencidos arriba del ring es lo mejor que le puede pasar a los fanáticos y espero que la noche de este sábado ambos suban con ese mismo modo y que explote cuando escuchen el