Para todo mal, un mejor mejora mejoral
Antes de que, como afirma el buen Joaquín Sabina, Trump se meta el muro por el culo (al principio pensé que se trataba de una canción de su nuevo material sonoro donde nos recuerda que los caminos de la vida no son los que uno pensaba) se percibe en el ambiente que lo que hace falta en México es algo de seguridad. Es que luego te puedes encontrar a góbers o a ex góbers preciosos yendo o viniendo del tambo en su empeño por querer llevar una vida como la de Javiercito Duarte, con una esposa incluida que al final sea la que merezca la abundancia. O te puedes encontrar en medio de una batalla entre cárteles, huachicoleros o soldados que luego, sin querer queriendo, les da por aportar algo de emoción a esta vida que cada día se parece más a las películas de los hermanos Almada. O, en una de esas, te confunden con defensor de los derechos humanos y los desaparecidos, como Miriam Rodríguez, que fue asesinada gracias a las buenas estrategias protectoras de las autoridades.
Bueno, si Rubén Moreira, el mejor alumno del profe, dice que le depositó a Ficrea 150 mdp y ahí nomás no tienen ningún registro, ¿dónde habrán ido a parar esos recursos? A ver si no le echan la culpa a Eva Cadena de que también se los llevó en una bolsa del súper.
Claro que también hay cierto tipo de inseguridad audiovisual en estos tiempos de campaña; por ejemplo, ¿por qué tendría uno que tener que escuchar los mensajes de grandes intelectuales como el amigo Layín, cuyo paso por los debates electorales de Nayarit (de por sí un estado dominado por el narcofolclor) dejó un caudal de asombros, pues uno no sabía si el candidato quería acabar con el prestigio de los independientes al inspirar su campaña en Nosotros los guapos? O, de plano, ¿el muchacho chicho de la película gacha tiene el nivel del Potrillo cuando quiere vomitar y de JC Chávez Jr. cuando se organiza orgifiestas tipo penal de Puente Grande?
El tipo de discurso que solo puede ser comparado con el de Alfredo del Mazo Maza, que sin dejar de ver a Atlacomulco afirma que si gana Delfina se va a devaluar el peso. Quizá tiene razón y también empieza la guerra de las dos Coreas por la conexión Texcoco-Pyongyang.
Ante tanta inseguridad no parece mala idea que el doctor Mancera se haya reunido con un viejo conocido nuestro, experto en la materia, García Luna Productions, noble emisario del humanismo calderónico. Con que se arme dos o tres telenovelas como en el caso Florence Cassez, seguro que a los chilangos se nos quita la idea (entre matazones varias, asaltos hasta en los cines, cuerpos embolsados y demás) de que la Ciudad de México cada día se parece más a Kafkapulco.
Para todo mal, mejor mejora mejoral. M