Una mala noche tricolor
Las preliminares de UFC 211 completaron la pesadilla para los peleadores mexicanos en Dallas. A pesar del buen recibimiento del público latino y la gran cantidad de nacionales que hicieron el viaje, el grito de ‘¡México, México!’ de la tribuna se apagó temprano.
El tijuanense Gabriel Moggly Benítez abrió la participación tricolor en el American Airlines Center ante el peruano Enrique Barzola, ganador de la segunda temporada de The Ultimate Fighter, cuando venció al jalisciense Horacio Gutiérrez.
Benítez se mudó al AKA de San José, California desde 2014 y buscaba su cuarta victoria en el octágono, y arrancó haciendo muestra del poder de las patadas de su pierna izquierda y combinó con su mano zurda para hacer daño al sudamericano, que tardó en descifrar su guardia.
Barzola consiguió un derribo, que no fue suficiente para contrarrestar la pegada de Benítez en el primer round, las tarjetas fueron para él durante los primeros cinco minutos.
En el segundo round la historia fue diferente, El Fuerte comenzó a mejorar el golpeo y a avanzar, los derribos continuaron, y Barzola tomó la espalda; Benítez salió del problema, pero no pudo inclinar la balanza a su favor.
Cuando sonaba la campana que finalizaba la contienda, conectó con la zurda y Barzola terminó en la lona, pero ese golpe no contó para la valoración y fue una decisión unánime de 29-28.
Jessica Aguilar tampoco tuvo el regreso que esperaba, tras 18 meses fuera del octágono falló en su intento por ganar por primera vez dentro del UFC, Cortney Casey tuvo que hacer poco para derrotarla por decisión unánime.
La veracruzana controló la pelea y llevó en más de cinco ocasiones a su rival a la lona, que aprovechó esa situación para conectar patadas ascendentes a la cara; de pie, Casey mostró mejores combinaciones y le entró de lleno a Aguilar, quien nunca pudo hacer daño consistente.
El nayarita Marco Polo Reyes vio el fin de su invicto ante James Vick, un rival que se atrevió a retar su boxeo y supo responder en contragolpe.
Vick pegó una derecha a la sien, que mandó al mexicano al suelo y llegó la finalización.